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21/06/2016

Nueva Ford Ranger 3.2L: Tecno-chata

Manejamos a la renovada pick-up del Óvalo y nos olvidamos del off-road.



POR EZEQUIEL LAS HERAS

Argentina ya es el país de las pick-ups. Durante el año pasado el número de patentamientos en este segmento creció considerablemente y para 2016 las marcas encararon el mercado con renovaciones y novedades, además de varios actores que ya sabemos que se sumarán a la escena.

Con la pretensión de superar el 3er lugar en unidades vendidas logrado durante 2015, Ford renovó a la Ranger y le agregó sofisticación, tecnología y robustez a un vehículo que ya de por sí tiene un fuerte argumento de venta: Un óvalo en el frente, motivo suficiente para que varios de sus clientes nunca piensen en cambiarse al inamovible rival de raíces japonesas.

Hace muy poco pudimos tener un primer contacto con la nueva Ford Ranger durante su presentación en la provincia de Misiones, donde la exigimos a fondo para el hábitat donde fue diseñada, el off-road. Allí nos enfrentamos a espejos de agua poniendo a prueba sus 800 mm de capacidad de vadeo, cruzamos los ejes y disfrutamos de las bondades del bloqueo de diferencial y su caja reductora. Pero como ahora probamos la versión tope de gama con caja automática, nos pareció más pertinente manejarla en un entorno desubicado para una pick-up, pero donde sabemos que vivirá la mayor parte del tiempo: la ciudad y autopista.

MECÁNICA Y SEGURIDAD
La versión en cuestión es el actual buque insignia de la gama, la Ford Ranger Limited 3.2L TDi 4x4 Doble Cabina. Este modelo cuenta con el motor Puma de 3.2L Turbodiésel de 5 cilindros, que entrega 200 CV y 470 Nm. Si bien las cifras de potencia son las mismas que el modelo al que reemplaza, como parte de esta renovación se ha trabajado en el turbo y los inyectores, haciendo que ahora la entrega de torque sea más “plana”, esto quiere decir más constante, ya que la máxima fuerza se logra en un rango más amplio de revoluciones.

Emparentada a este impulsor tenemos una caja automática de 6 cambios que puede enviar la tracción a las cuatro ruedas, con bloqueo de diferencial y reductora para cuando el terreno se complica. El trabajo en conjunto de la caja y el motor es muy satisfactorio, pero de eso ya vamos a hablar en el apartado del Comportamiento Dinámico.

A nivel de seguridad, tanto esta como todas las versiones de la nueva Ranger vienen con 3 airbags; los dos frontales obligatorios y además uno de rodilla para el conductor. En esta versión Limited, contamos además con airbags de cabeza delanteros y traseros (cortina) y laterales delanteros, sumando 7 bolsas de aire en total y anclajes ISOFIX. En materia de seguridad activa se incorporan también los controles de estabilidad y de tracción en toda la gama.

DISEÑO
Desde afuera el principal cambio de esta actualización puede verse en la parrilla, que en esta versión resalta mucho al estar repleta de cromados. También ha cambiado el paragolpes delantero, ópticas, los estribos y algún que otro detalle mínimo en la carrocería. Si la ves de costado podés confundirte con la Ranger anterior, pero todo cambia si te la encontrás de frente o haciéndote luces para que la dejes pasar en ruta, se nota que es la nueva Ranger.
Ford ha logrado nuevamente transmitir la robustez del vehículo a su presencia, dotándolo de una apariencia que tranquilamente puede ser un buen motivo para que los actuales usuarios de la Ranger decidan actualizarse.

INTERIOR Y EQUIPAMIENTO
El interior de esta unidad tiene de todo, plásticos bien cuidados sin excesos de refinamiento ni sobriedad, pero que cumplen bien su función. El protagonismo detrás del volante lo tienen las dos pantallas de LED que flanquean al velocímetro, donde podemos ver una multiplicidad de información que vá desde la computadora de a bordo, el tacómetro, (con indicador de nivel de combustible y temperatura) el navegador y hasta parte del sistema de infoetretenimiento.

Si bien la mayoría de estos datos también pueden visualizarse en la pantalla de 8” de la consola central, este tablero importado del Mondeo nos permite una visualización muy cómoda una vez que nos acostumbramos al paso por los menús. Al respecto, es importante mencionar que si te gustan los botones en el volante la vas a pasar muy bien con esta Ranger, ya que si contamos los dos joysticks, tenemos un total de 22. Bueno, 23 cuando apretamos la bocina.

La pantalla central es algo lenta en sus reacciones, por lo que uno generalmente termina comandando todo lo que puede desde el volante.
La posición de manejo es la típica en una pick-up, esto quiere decir que si venís de un auto normal y te sentás en esta o cualquier camioneta, en la ciudad te vas a sentir el dueño de cada esquina (quizás esta sensación sea la culpable de que los dueños de este tipo de vehículos tengan la tendencia de comportarse mal en el tránsito). Como sea, el punto de vista elevado y la certeza de que tu vehículo le hace saber al resto que es más grande basta para que la mayoría frene y ceda el paso. Pero ojo, no creas que la posición de manejo es rústica ni mucho menos, comparada con sus rivales de segmento la Ford Ranger Limited es absolutamente confortable.

COMPORTAMIENTO DINÁMICO
Cuando salimos a la autopista, lo primero que notamos es que la insonorización es buena hasta que alcanzamos los 100 Km/h, momento donde se nota bastante el ruido provocado por los enormes espejos retrovisores laterales. Ese es el único ruido aerodinámico que se escucha a altas velocidades y que nos obligó a subir bastante el volumen del buen sistema de audio que equipa a esta versión.

Por otro lado, la rumorosidad del motor y las vibraciones son llamativamente imperceptibles, casi que no sentimos el típico traqueteo del Diésel en el volante y palanca de cambios, sino que pareciera que estamos manejando un refinado motor naftero. Esta sensación no es casualidad, ya que la inclusión de los nuevos soportes hidráulicos de motor hacen posible esta importante cuota de confort.

Con respecto a su comportamiento en ruta el vehículo vá bien plantado, se lo siente seguro y firme pero con una suspensión que te hace pensar que vas literalmente en una nave, no se sienten las imperfecciones del asfalto. La dirección se endurece correctamente con la velocidad y no se necesitan mayores correcciones ya que el vehículo vá derecho más allá de los leves vientos laterales que tuvimos durante la prueba. Se siente como un SUV grande, firme, plantado, pero a la vez con mucho confort, desconectado de pozos e imperfecciones. En ciudad esto también sucede, donde su naturaleza de pick-up hace que lomas de burro, baches y vadenes sean sólo un ligero escollo.

La reacción de la caja es buena aunque en ciudad, a bajas velocidades, se nota mucho más el accionar del convertidor de par, con esa sensación de embrague que resbala. Si tu vehículo actual es una SUV premium con caja DSG te vas a dar cuenta de esto si te pasás a la Ranger, pero si ya tuviste una pick-up automática vas a quedar muy satisfecho. Es más, al momento del arranque la caja hace tan buena labor gestionando la potencia del motor que si no sos delicado vas a pegar a todos los pasajeros contra el respaldo. La nueva Ford Ranger tiene fuerza y se nota en cualquier camino.

Como dijimos, el motor está mucho mejor aislado y esto se nota en el tacto y el confort, pero ¿cómo se comporta? En ruta, a 110 km/h de velocímetro (105 de GPS) el pequeño tacómetro nos indica 2.000 rpm mientras que si llevamos a la Ranger a los 130 km/h (125 de GPS) nuestro cigüeñal girará a 2.300 rpm. Realmente me hubiese encantado poder realizar estas mediciones de forma más sencilla, pero el tacómetro es tan pequeño y tan poco claro que resulta difícil establecer un régimen de giro exacto al primer golpe de vista. Si bien en una pick-up no se exige una buena visualización del tacómetro como puede ocurrir en un vehículo deportivo, una mejor disposición de las divisiones y los números sería más que bienvenida. A nivel consumo tuvimos en ruta un promedio de 8.1L/100 km, mientras que el consumo combinado entre ciudad y ruta nos arrojó un histórico de 10.9L/100 km.

CONCLUSIONES
Desde hace muchos años que Ford hace hincapié en valorizar su “Raza Fuerte” y al mismo tiempo su capacidad tecnológica. Con la nueva Ranger, la marca conjuga en un mismo vehículo dos pilares fundamentales de su estrategia de comunicación, ya que estamos frente a una pick-up que se renueva con claras pretensiones de confort, mayor refinamiento, una gran puesta en escena de la tecnología, (más aún en esta versión) pero sin que esto perjudique la imagen de robustez que tanto enaltece la marca.

La versión que probamos es muy especial dentro de la gama, y probablemente, a diferencia de sus pares menos equipadas, raramente tenga que hacer uso de su gran desempeño off-road. Parte de sus virtudes quedarán ocultas, mientras que otras serán muy bienvenidas por aquellos usuarios que la utilizarán para moverse en la urbanidad, haciéndose notar. Esta Ford tiene de todo para el trabajo, el confort y el entretenimiento, y es por eso que podemos decir que la nueva Ranger ya no es más una chata, sino una Tecno-Chata.



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