POR JORGE BEHER
Hace algunas semanas se presentó la segunda generación del Peugeot 3008, un vehículo construido en la plataforma EMP2 (Efficient Modular Platform 2) de PSA Peugeot y Citroën, y que da vida al nuevo 308 francés y a los C4 Picasso y C4 Grand Picasso.
La nueva generación de la Peugeot 3008 nace bajo la premisa de un SUV, aunque el término es más de marketing que dinámico. La razón es que los SUV han crecido en el mercado europeo a pasos agigantados, en 2006 se vendieron en el Viejo Continente 300 mil unidades de este tipo, y en 2015 la cifra llegó a un millón ochocientos mil. Como preámbulo de nuestro primer contacto con la nueva Peugeot 3008, la vimos en el marco del Salón de París, y pudimos manejarla en exclusiva.
¿QUÉ ES UNA 3008?
Como comenté al inicio, Peugeot pretende posicionarla como un SUV en la parte media de su gama, haciendo foco en la eficiencia, pero cuya esencia es el espacio interior, el diseño y la experiencia del usuario con el vehículo.
Las dimensiones son mayores a las del modelo que sustituye con 4.450 mm de largo, (+85 mm), 1.840 mm de alto (+201 mm) y una la distancia entre ejes de 2.670 mm (+57 mm). La capacidad de carga es de 520 litros, 90 más que en la generación anterior. Con todo esto esperaríamos un incremento de peso sustancial, y la sorpresa es que el nuevo Pegueot 3008 es 100 kilos más ligero que antes.
MOTORIZACIONES
Bajo el capot hay dos opciones de combustible, los turbodiesel de 1.6 y 2.0 litros con 100 y 120 CV para el primero y 150 o 180 caballos para el segundo, mientras que los nafteros son 1.2L de 130 CV y el conocido 1.6 THP con 160 caballos. Todas las motorizaciones están asistidas por un turbo, mientras que las transmisiones son una manual tradicional y una automática tradicional, en ambos casos son de seis relaciones.
INTERIOR Y EQUIPAMIENTO
Peugeot presentó tres niveles de equipamientos, las versiones de entrada se denominan Access y Active, las de media y alta gama se denominan Allure y GT Line, siendo esta última la más espectacular en calidad de materiales. Por ejemplo, el tope de gama tiene unos insertos de madera opaca por todo el perímetro, y los tapizados son de cuero y Alcántara. Para las versiones de gama alta, Peugeot ofrecerá un sistema de fragancias para ambientar automáticamente el habitáculo, ¿alguien se acuerda del C4 original?
La versión GT Line, ofrece llantas de 19” y la opción de una pintura a dos tonos, algo también desconcertante que hace a Peugeot diferenciarse de los demás.
Uno de los atributos más esperados en el nuevo Peugeot 3008 es el Peugeot i-Cockpit, cuya adición en este modelo hizo desaparecer los instrumentos como los conocíamos tradicionalmente. Ahora utiliza dos pantallas, una de 12.3” en el lugar del cuadro de instrumentos tradicional, donde el conductor tiene hasta cinco configuraciones distintas y en donde puede ponderar por ejemplo la ruta del sistema de navegación. Un detalle interesante, es que los gráficos del velocímetro y del tacómetro tienen apariencia retro, pero con un dejo de vanguardismo funcionalista muy Bauhaus. Además, el tacómetro grafica al revés, es decir, en sentido contrario a las agujas del reloj. La segunda pantalla se ubica en el centro del tablero, es táctil de 8" y gracias al sistema Mirror Screen, se pueden "espejear" algunas apps de un SmartPhone. En esta pantalla también se despliega la cartografía del sistema de navegación 3D.
AL VOLANTE
Pudimos convivir con dos versiones, una naftera y una diésel, la segunda con el paquete más alto de equipamiento 180 CV y caja automática, cuya palanca selectora es similar a un joystick. Pese a que Peugeot insiste en posicionarlo como un SUV, todas las versiones –por ahora- son de tracción delantera. Donde sí hay una ruda apariencia es en la altura contra el piso de 220 mm y en los ángulos de 22º y 29º para la parte delantera y trasera, respectivamente.
El comportamiento es bueno, y en algunos momentos pudimos manejar por una ruta sinuosa y demandante, donde exigimos mucho de la suspensión. Podríamos pensar que al tener un eje torsional atrás, en lugar de un sistema multibrazo, su comportamiento no sería el mejor, pero es un tema que se solucionó con una fina puesta a punto. Gracias a las asistencias de los motores turbo, la reacción al acelerador es inmediata, en nuestro recorrido sólo pudimos probar las cajas automáticas, cuya respuesta es rápida y la entrega de torque es bastante lineal en casi toda la banda de revoluciones. El desempeño fue muy superior a nuestras expectativas, tanto nos dijeron que se trataba de una SUV, que esperábamos un comportamiento menos ágil. Si bien no es un GTI, se puede manejar a ritmos divertidos, y así lo hicimos en algunos tramos por donde se corre la mítica carrera de las Migle Miglia en la zona de la Toscana Italiana.
CONCLUSIONES
Después de este primer contacto, nos llevamos una grata impresión de un producto totalmente nuevo, y que ofrece detalles que solamente se ven en marcas más caras. Evidentemente no se habló de precios, y seguramente el nuevo Peugeot 3008 no será barato.
Un producto interesante, con mucha propuesta y estilo propio, que ya nos gustaría tener y manejar en Argentina.
Manejamos a esta nueva pick-up, la ensuciamos como corresponde y te contamos todos sus defectos y virtudes.
El clásico mediano del óvalo se renovó y no solo trajo nuevas tecnologías, sino que las distribuyó más generosamente en toda su gana.
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