POR HERNANDO CALAZA

Durante la presentación del nuevo Toyota Yaris, tuvimos oportunidad de realizar un pequeño circuito urbano para tomar un primer contacto con su andar, dirección y caja/motor, pero además con la cabina del modelo.

Pensado para cubrir el salto entre el Etios y el Corolla, el nuevo Yaris se ofrece en carrocería de 5 puertas que supera en medidas al primero. Esto último lo notamos en el espacio interior, especialmente para piernas y cabezas en las plazas traseras, que cuentan con tres apoyacabezas y sus respectivos cinturones inerciales de tres puntos.

Respecto del resto del interior, el diseño es simple y agradable, con grandes decorados en símil aluminio satinado y un nuevo clásico de Toyota, la imitación de costuras realizadas en los plásticos. Por su parte, la calidad percibida de los plásticos no es la ideal para apuntar a lo medio/alto del segmento como pretenden el Yaris y su precio, pero se nota que las terminaciones y encastres están bien cuidados, como es costumbre en la marca.

Aunque no pareció estar entre los de primera línea, el equipo multimedia se sintió mucho mejor que el utilizado en los Etios y Hilux, más fluido y con varias opciones.

Respecto de la marcha, la receta es la habitual de Toyota, dirección y suspensiones suaves, aunque tendremos que esperar a una prueba completa para comprobar la precisión del volante y el grado de refinamiento en la calidad de marcha.

En cuanto al grupo motor caja, tenemos un 1.5L con doble variador de levas que es muy similar a la última actualización del utilizado en el Etios y una caja del tipo CVT. El resultado es una marcha suave y muy fluida cuando dosificamos suavemente el acelerador y se siente menos contundente cuando soltamos las riendas del pie derecho, un comportamiento propio de los autos con este tipo de transmisión.

Como comenté anteriormente, tendremos que esperar a tener una unidad para un test completo para comprobar si esta primera impresión de auto con modales confortables se mantiene, y si demuestra más aptitudes.