Por Ezequiel Las Heras
El subsegmento ubicado entre las pick-ups compactas y las pick-ups medianas es un nicho del mercado donde seguramente en unos años tendremos varios participantes. Hasta el momento hay solamente dos vehículos en este espectro, y en materia de calidad, equipamiento y tecnología, la FIAT Toro tiene ventaja; pero veamos si sus virtudes superan a sus defectos y si esto le alcanza para ser una opción interesante no sólo en su terreno, sino frente a las pick-ups que lideran nuestro mercado.
DISEÑO
Nadie puede dudar que la FIAT Toro es llamativa. Entre nuestros lectores hemos tenido tanto comentarios positivos como negativos sobre su diseño, pero a nosotros en lo particular nos parece un gran acierto por parte de la marca en tomar el riesgo de ser disruptivos en lo que venían haciendo. Claro que la Toro no se diseñó por arte de magia, sus líneas ya venían anticipadas en el FCC4 Concept (FIAT Concept Car 4) que pudimos ver en el Salón de Buenos Aires, siendo uno de los proyectos nacidos en el FIAT Design Center Latam de Brasil.
En ese concept ya advertíamos algunos elementos que se mantuvieron en la Toro: un frontal que remite a SUVs deportivos como la Evoque, una zaga que rompe con lo esperado en una pick-up, una línea de cintura bien alta y las luces LED divididas en grupos.
La FIAT Toro ofrece en toda la gama esas características luces LED, barras de techo, luces rompenieblas con función de iluminación de curvas y protectores de cárter y caja. Donde la Toro flaquea es equipando una rueda de auxilio temporaria, algo que no debería pasar en una pick-up.
Cuando uno deja de verla en fotos y pasa a verla en persona, se dá cuenta que la Toro es más grande de lo que parece: si bien cuenta con un largo total de 4.915 mm. y una altura de 1.746 mm, sus líneas le confieren una robustez tal que nos hacen sentir frente a una camioneta mediana, aunque a la Toro le falten unos 30 cm y un chasis para llegar a la categoría. Esta primera impresión desde afuera nos hace elevar las expectativas sobre su habitabilidad, aunque eso es algo de lo que vamos a hablar en el apartado de interior y wquipamiento.
MECÁNICA Y SEGURIDAD
Las mejores cosas de la Toro están donde no llega el sol. Bajo su capó tenemos un cuatro cilindros 2.0L Turbodiésel + Intercooler que entrega 170 CV (a 3.750 rpm) y un torque de 350 Nm (a partir de las 1.750 rpm), pudiendo estar acoplado a una caja manual de 6ta o a una novedosa caja automática de 9 con levas al volante, tal como trae la versión Volcano que manejamos.
Esta cifra de potencia resulta mucho mayor de las que ofrecen las pick-ups medianas con una cilindrada similar y no se queda tan lejos de sus versiones tope de gama. Sin dudas el apartado mecánico es una de las características más ponderables de este vehículo y quizás uno de los principales motivos por los que quienes estén interesados en este segmento se decidan a desembolsar lo necesario para pagar su precio.
La gama de la Toro comienza con la versión Freedom, de tracción simple y caja manual, luego le sigue la Freedom 4x4 de tracción integral y la más equipada de todas es la Volcano, que tiene la misma configuración mecánica pero suma equipamiento.
La FIAT Toro nos llega importada de Brasil, allí se produce en la nueva fábrica de FCA en Pernambuco compartiendo línea de producción (y plataforma) con la Jeep Renegade. Esto quiere decir que también cuenta con carrocería autoportante y suspensión trasera multibrazo.
Este esquema tiene sus pros y sus contras: por un lado quita la robustez y solidez necesarias para una exigencia ardua en el trabajo, pero por otro lado provee un mejor confort de marcha. En el caso de la Toro, su carrocería autoportante no le impide cargar 1 tonelada en su caja y mantener una buena rigidez. A modo de ejemplo, ese doble portón trasero de apertura lateral tan particular, puede abrirse y cerrarse sin dificultad cuando el vehículo tiene una rueda en el aire, un ejemplo de la capacidad estructural del vehículo frente a la torsión.
En materia de seguridad la Toro también cuenta con aspectos destacables en todas sus versiones, ya que desde la Freedom contamos con doble airbag y ABS, controles de estabilidad y de tracción, asistencia de arranque en pendiente, plazas traseras con anclajes ISOFIX y las tres plazas traseras con apoyacabezas y cinturones de tres puntos. Por otro lado, las versiones con tracción integral agregan control de descenso, la opción de 7 airbags (incluyendo laterales, de cortina y para rodillas de conductor) y monitor de presión de neumáticos de serie en la Volcano, algo que puede equiparse como opcional en la Freedom 4x4.
INTERIOR Y EQUIPAMIENTO
Que la FIAT Toro se ubique por debajo de las pick-ups medianas no quiere decir que por ello resigne equipamiento y sofisticación, sino todo lo contrario. Para empezar, se nota que la marca se esforzó en brindarnos una sensación de calidad, con plásticos de buen tacto y muy buenas terminaciones. La posición de manejo es elevada, (con una buena visibilidad salvo cuando miramos para atrás por el espejo retrovisor, ya que la luneta trasera es bastante reducida) y si bien desde afuera parece un vehículo grande, por dentro es un poco angosta, lo que no incomoda para nada, pero quita la sensación de estar en un gran espacio. Una curiosidad: Si levantamos el asiento del acompañante accedemos a un muy útil espacio de carga, pero en el reverso de la tapa encontramos (ver galería de fotos relacionada) uno de los tantos "easter eggs" de FCA: Un mapa de lo que parece ser un trazado, referenciado con unas coordenadas que no parecen estar bien escritas, ya que indican "N 38 58 55° W 09 500 2°". Si alguno de nuestros lectores se da maña con la cartografía, lo invitamos a desentrañar el misterio.
En términos de equipamiento, la FIAT Toro le planta batalla a varias pick-ups medianas que están en el tope de gama, ya que esta camioneta viene de serie con sensores traseros de estacionamiento, aire acondicionado, volante multifunción con ajustes de altura y profundidad, asiento de conductor con regulación en altura, cuatro levantavidrios eléctricos, control de velocidad crucero, computadora y cuadro de instrumentos con pantalla de 3.5” en la versión Freedom.
Ahora, en el tope de la gama, la versión Volcano que manejamos suma climatizador dual, pantalla color de 7” en el cuadro de instrumentos y en la consola central un sistema multimedia con una pantalla táctil llamativamente pequeña de 5” donde podemos ver las imágenes de la cámara de estacionamiento y las funciones de un navegador GPS que más de una vez perdió precisión o avisó las cosas muy tarde. La verdad es que estas son unas de las pocas cosas que le podemos reprochar a la Toro en materia de tecnología.
COMPORTAMIENTO DINÁMICO
El único momento donde nos sentimos que estamos en una chata es cuando el motor está en relentí, ahí el traqueteo del Diésel se nota más de lo que pensábamos, pero una vez en marcha la insonorización es destacable y se maneja como un auto. La Toro se muestra muy estable en ruta, con reacciones sin vicios y una tenida confiable. Se puede viajar a 120 Km/h con el motor completamente relajado en alrededor de las 1.800 vueltas, esto es porque a esa velocidad la caja coloca la novena, permitiendo un consumo de apenas 8.4 L/100Km. Eso sí, si viajás a 100Km/h vas a ir en 8tva si o sí, (a 1.700 rpm y con un consumo promedio de 7.1L/100 Km) no hay forma de subir un cambio ni usando la leva en el volante ni manteniendo una marcha constante.
En ciudad, la caja automática responde muy bien, sin vicios ni cuelgues. Si la manejás, vas a notar que desde partida detenida la camioneta siempre arranca en 2da, esto es porque la primera solamente se activa cuando se pone en el modo “4x4 Low”, que simula una reductora. En este contexto obtuvimos un consumo promedio de 8.7L/100 km, una buena cifra para un vehículo de estas características en nuestro tránsito. Por otro lado, la suspensión tiene un recorrido amplio y gomoso, pero los amortiguadores actúan con rapidez haciendo sentir algunas imperfecciones. En resumen, podemos decir que la suspensión está bien calibrada para ofrecer un muy buen balance entre confort y dinamismo.
En tramos off-road, la tecnología se hace presente y permite que la FIAT Toro pase sin problemas por el barro, como así también nos deje transitar caminos sumamente accidentados gracias a su buen despeje, superando a cualquier crossover o aventurero del mercado. En este ámbito fuera de camino también supera a la Oroch, ya que la pick-up de Renault no está ofreciendo por el momento versiones 4x4.
CONCLUSIONES
Mucha gente se compra pick-ups medianas que las terminan usando para pasear, para andar por la ciudad y poco para el uso real de trabajo que tienen. Se fijan mucho en el equipamiento, en la tecnología, en cuestiones de dinamismo y terminan gastando muchísimo dinero para comprarse una camioneta sólo para usarla como símbolo de status. Para esas personas hoy está la FIAT Toro, con un tamaño más reducido, opciones de motor muy interesantes, consumos también reducidos y tecnología y seguridad que está a la par del tope de gama de varias pick-ups medianas.
Como puntos en contra podemos destacar su elevada rumorosidad en ralentí, la pantalla de la consola central de dimensiones reducidas y por sobre todas las cosas la rueda de auxilio de uso temporario, algo que toma vital importancia en un vehículo de estas características. Además de esto, un punto que no podemos definir como negativo pero que sin dudas le quita potenciales clientes es que por el momento no hay una versión cerrada, algo muy esperado por los usuarios de SUVs que quieren cambiar su auto.
La FIAT Toro, más allá de competirle a pick-ups del segmento compacto o a su rival más directo la Renault Duster Oroch, se posiciona por precio y características en un eslabón más arriba, tentando a quienes quieren tener un vehículo con capacidad de carga pero también útil para viajar, con buenas dosis de equipamiento, tecnología y seguridad que pueden hacer sacar cuentas a más de uno. Esperamos que FIAT siga por este buen camino y que de ahora en adelante todo sea para mejor. Es necesario que lo hagan, ya que en el mercado se alistan varios toreadores.
El clásico mediano del óvalo se renovó y no solo trajo nuevas tecnologías, sino que las distribuyó más generosamente en toda su gana.
Viajamos a Italia donde tomamos contacto con la segunda generación del modelo que ahora se viste completamente de SUV.
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