A un año del cambio de impulsores realizado por el Súper TC2000, desde la propia categoría analizaron lo que fue el certamen inicial de los motores 2.0 Turbo, que reemplazaron a los V8 Radical.

“El balance es muy positivo”, comentó Víctor Vega, responsable de la división Motores de la especialidad. La conclusión tomó como eje principal la confiabilidad con la que cuentan los nuevos motores, justamente el punto central por el cual se habían dejado atrás los frágiles V8. “En todo el año, solo tuvimos una rotura”, expresó Vega, antes de agregar que “hoy en día contamos con la misma potencia que los Radical, pero con un nivel de confiabilidad altísimo”.

La paridad de rendimiento ha sido otro de los puntos favorables de los productos fabricados por Oreca: “Estamos sorprendidos. Encontramos que el motor turbo, funcionando con el sistema de control que nosotros tenemos, logra un nivel de igualdad que no había visto en otra categoría”, comentó quien también reconoció que “la temperatura de funcionamiento y del vano motor es muy buena”.

De cara al próximo certamen, que contará con un renovado parque automotor, el director no descartó modificaciones en los motores: “Estamos trabajando para definir a qué cantidad de potencia vamos a ir. Buscamos autos más rápidos y mejores espectáculos, y a eso hay que acompañarlo con mayor potencia”, señaló.

En materia puramente técnica, la categoría busca incorporar una nueva toma de aire: “Evaluamos integrar una toma que tenga mayor rendimiento que la que usamos en 2019. Si logramos una mejor performance, seguramente tengamos mayor margen de operación con los Turbo que hoy utilizamos”, manifestó. Además, aseguró que desde este año se utilizarán pistones netamente de competición, los cuales “van a permitir aumentar la alta performance”.