Si bien finalizó el Rally de Córcega en el 2° lugar, Sébastien Ogier no quedó conforme con el rendimiento mostrado. El campeón del mundo, que es escolta de Thierry Neuville (vencedor en la isla) en el campeonato por solo dos unidades, reconoció que el Citroën C3 WRC no estuvo a la altura de las circunstancias, algo que lo tomó por sorpresa.

“Esperábamos que el asfalto fuera una buena superficie para nosotros y el C3, pero desde el viernes mismo nos dimos cuenta que íbamos a vivir un fin de semana difícil”, comentó quien en su tierra no pudo siquiera ganar una especial. El foco de los problemas estuvo en la falta de agarre: “Nos faltó el ritmo necesario para luchar con los más rápidos porque el coche subviraba y tenía poco ‘grip’”, agregó.

Si bien admitió que el segundo puesto “fue muy positivo, ya que sumamos puntos importantes para el campeonato”, lo cierto es que “hay que trabajar mucho para analizar este rendimiento, que no cumplió con las expectativas, de cara a los próximos eventos en asfalto”, señaló Ogier, teniendo en cuenta las visitas a Alemania (22 al 25 de agosto) y a España (24 al 27 de octubre).

Afortunadamente para el múltiple monarca, Pierre Budar, director de Citroën, coincidió con sus apreciaciones: “Tenemos que hacer algunos deberes para mejorar en el asfalto”, aseguró.

Foto: Red Bull Content Pool.