Turismo Carretera

09/09/2019

No perdona

Por la exigencia de Rafaela se debieron cambiar seis motores tras los ensayos del viernes.

El Autódromo Ciudad de Rafaela tiene ese encanto especial. Este escenario, inaugurado en 1953, permite ver a los autos lanzados a pleno en el conocido “Templo de la Velocidad” de la Argentina. Pero eso lleva también a que los fierros sufran. Los problemas colectivos del viernes, en el arranque de la actividad del TC, fueron una muestra de ello.

Luego de los dos primeros ensayos cinco pilotos debieron reemplazar sus plantas motrices: José Manuel Urcera (Chevrolet), Matías Rossi (Ford), Guillermo Ortelli (Chevrolet), Luciano Ventricelli (Ford) y Nicolás González (Torino). Fueron un total de seis cambios ya que Ventricelli padeció por partida doble. Todos ellos cargaron 6/10 a sus tiempos terminadas las dos clasificaciones.

Lo de Urcera fue un caso especial (ver aparte). Otro tema fue el del impulsor de Rossi, al bajarse la presión de aceite en el motor que atiende Rody Agut. Lo reemplazaron para el segundo ensayo, donde otra vez se reiteró el problema. Sin embargo, al ver la falta de rendimiento en el último entrenamiento del sábado, en la escuadra Nova Racing decidieron dejar esa alternativa y recurrir a un impulsor de Nicolás Bonelli.  

En tanto que Ortelli en las dos tandas iniciales tuvo una pérdida de aceite, confirmando al final del día que el problema era grave. “Se torcieron dos válvulas y lo vamos a cambiar”, aseguró Agut, que también atiende el motor del siete veces campeón.

Si bien no se corre en el mítico óvalo y hay tres chicanas, una de ellas (la última) donde se ingresa a baja velocidad, en Rafaela se exigen mucho a los fierros. “La velocidad es cara” le dijo una vez el exitoso preparador Johnny Laboritto a CORSA. Los pilotos que tuvieron fallas con sus motores lo saben y tuvieron un gasto extra este fin de semana.     

PorDarío Coronel