El TC suele dar para todo. La polémica es parte de su esencia y las suspicacias siempre están a la orden del día. Esta vez la atención la acaparó el supuesto sabotaje que habría sufrido José Manuel Urcera en su motor, el cual se rompió al salir de boxes en uno de los ensayos del viernes. Al revistar el impulsor apareció una tuerca en la admisión, algo que disparó la acusación del rionegrino.

El Chevrolet del Manu fue uno de los coches más regulares en el presente ejercicio. Su impulsor preparado por Claudio Garófalo fue muy consistente. Esto le permitió al piloto del equipo JP Carrera ganar en la pasada visita a Rafaela y quedarse con la etapa regular. Pero a poco de iniciarse la actividad en el autódromo santafesino todo cambió con la rotura de la planta motriz.

“Roleamos el motor dos veces antes de esta carrera. Nunca tuvimos problemas. Lo que pasó es gravísimo. Fue volver al amateurismo. Ahora tendré que poner 200 cámaras, seguridad privada y hasta policías”, dijo Urcera en charla con la prensa.

“Creemos que esto pasó en la noche del jueves en el autódromo porque Fabián, el encargado de mi auto, lo puso en marcha el jueves a la noche antes de taparlo y el motor no se arrancó más. Al principio solo vimos marcas raras en el pistón y después encontraron la tuerca, con autofrenante y de un tamaño que no se usa en ninguna parte del motor, mucho menos en la admisión ni en la tapa", agregó Manu.

En charla con Campeones, Gustavo Lema, dueño del equipo, aseguró que “ya definimos otros campeonatos y tomamos decisiones para mantener el cuidado interno en los boxes. Colocaremos un circuito cerrado de TV para evitar que se repita. Fue un hecho vandálico y de maldad. No estamos preparados ni preocupados por eso, sino porque el auto funcione. Esto empaña y entristece porque no es el alma del automovilismo ni del TC”.         

PorDarío Coronel