Texto: Rubén Hoyo / Fotos: Héctor Mañón
Volvo está renovando de a poco su portafolio de productos y aunque todavía queda mucho camino por andar, la incursión de vehículos como el XC60, el renovado S60 y ahora la station wagon V60 son buena noticia para su causa. Si bien este modelo aún no se ofrece en el país -y creemos que no sucederá- aprovechamos la oportunidad de poder manejarlo en México para ofrecer esta prueba exclusiva en Argentina y seguir conociendo de primera mano como sigue evolucionando la marca.
CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS Y MECÁNICAS
La motorización ofrecida es de cuatro cilindros 2.0 L con inyección directa y turbo que entrega 241 CV y 319 Nm, acoplada a una transmisión de doble embrague de seis velocidades. Tanto motor como caja son provistos por Ford y no son otros que el Ecoboost y la Powershift que vemos en productos como el Mondeo.
La dirección es asistida electrónicamente, mientras que la geometría de suspensiones es McPherson adelante y multibrazo atrás.
En el apartado de seguridad, además del sistema de prevención de accidentes a bajas velocidades “City Safety”, la V60 incorpora 6 airbags, ABS, Control de Estabilidad DSC, Control de Tracción, Control de Asenso en Pendientes, anclajes ISOFIX, etc.
CONFORT
En el interior, como buen Volvo, el ambiente es minimalista, se nota la ausencia de cromos, inserciones en madera (que para colmo en muchos de los casos son imitación) y un tablero, consola y panel de instrumentos de formas simples. Habrá quienes piensen que no se vé tan sofisticado o tecnificado como un vehículo alemán premium, pero es parte de la identidad de la marca.
De cualquier manera, es importante destacar que por lo que hace a la calidad de materiales y ensamble no hay queja posible.
En cuanto a las amenidades, el V60 está equipado de serie con prácticamente todo lo necesario; climatizador automático bi-zona, asientos y volante forrados en cuero, computadora de a bordo, Bluetooth, conexión USB e interfaz para iPod e incluso reproductores de DVD colocados en los apoyacabezas delanteros, que pueden reproducir videos de manera independiente. De cualquier manera, hay dos puntos muy importantes que Volvo ha quedado en deuda con el V60 considerando el nivel de precios al que se ofrece. El techo solar por un lado (que personalmente no me molesta en absoluto su ausencia) y el navegador GPS, cada vez más común en marcas generalistas y obligado en las premium.
MANEJO
Tras el volante, el Volvo V60 resulta una experiencia satisfactoria, es un vehículo bien aislado y con buen andar. Si bien es cierto que éste cuatro cilindros es menos potente y brioso que el T6 con el que se ofreció a su llegada el S60, la realidad es que también es más ligero y por lo tanto, el V60 es menos subvirante que el S60 T6. Claro que también influye la configuración de la carrocería, que agrega peso sobre el eje posterior.
El desempeño del 2.0 L turbo es excelente y al acoplarlo a la transmisión Powershift de doble embrague, el aprovechamiento de la curva de torque es absoluto.
CONCLUSIÓN
Al final del día, la propuesta del V60 resulta interesante, es un vehículo versátil con una buena dotación mecánica y de equipamiento. Inclusive podríamos decir que logra un poco de ese innegable atractivo que tenían exponentes como el RS4 original.
Manejamos a esta nueva pick-up, la ensuciamos como corresponde y te contamos todos sus defectos y virtudes.
El clásico mediano del óvalo se renovó y no solo trajo nuevas tecnologías, sino que las distribuyó más generosamente en toda su gana.
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