En los últimos días, Michael Schumacher fue trasladado a París. Así lo informó el diario Le Parisien el pasado lunes, al asegurar que el alemán ingresó ese mismo día al Hospital Georges Pompidou, de la capital francesa, para ser sometido a un “tratamiento secreto” en el sector de cirugía cardiovascular.

Siempre en palabras del medio galo, el heptacampeón de Fórmula 1 ingresó al nosocomio bajo un nombre falso, en camilla, cubierto de pies a cabeza y con un importante despliegue de seguridad a su alrededor. Allí fue tratado por el profesor Philippe Menasché, “un destacado cirujano y pionero en la terapia celular para tratar la insuficiencia cardíaca”.

Entre ayer y hoy por la mañana, Schumacher recibió células madres, las cuales “se distribuyeron en el cuerpo para obtener una acción antiinflamatoria” general, facilitando así el trabajo del cerebro, principal órgano afectado en el accidente que sufrió a finales de 2013.

Mientras era atendido, una trabajadora del sector abocado a atender al teutón de 50 años aseguró que “está consciente”, tal cual lo afirmó el mismo medio galo, sin brindar mayores detalles. Además, difundió que esta no fue la primera visita del Kaiser al hospital parisino, sino que ya había estado allí, al menos, en dos ocasiones, entre marzo y junio de este año.

Por el momento, la familia no ha hecho ninguna declaración sobre lo acontecido.