A principios de septiembre, Michael Schumacher fue trasladado a París, donde lo sometieron a un “tratamiento secreto” con células madre, según afirmó el medio local Le Parisien. El alemán, que estuvo menos de 72 horas en el Hospital Georges Pompidou, recibió atención del cirujano Philippe Menasché, pionero en el tratamiento de células para tratar la insuficiencia cardíaca.

Casi un mes más tarde, el destacado médico reconoció que dicho tratamiento no contó con innovación alguna, tal como se había rumoreado. “Con mi equipo no estamos haciendo ningún ‘experimento’, un término que además es abominable para una visión seria de la medicina”, expresó al medio italiano La Repubblica.

“Es cierto que fui el primero en hacer trasplantes de células madre del corazón, pero las pruebas terminaron hace dos años”, agregó Menasché, quien estuvo a cargo del equipo que inyectó células en el cuerpo de Schumacher, con el fin de obtener una acción antiinflamatoria general que facilitase el trabajo del cerebro. Dicho órgano fue el más afectado en el accidente que sufrió a finales de 2013, mientras esquiaba en los Alpes franceses.