Entrevistas

21/11/2017

“Estoy viviendo un sueño”

Mano a mano con Marc Márquez, el flamante cuádruple campeón de MotoGP. El piloto del equipo oficial Honda analizó su temporada y elogió a Andrea Dovizioso, su principal rival.

Gracias a su temperamento y agresividad, el español Marc Márquez coronó el 2017 con su cuarto título en el MotoGP, algo que nadie había conseguido con 24 años de edad. A diferencia de los campeonatos anteriores, esta vez el piloto del equipo oficial Honda debió luchar más de la cuenta con una moto no tan competitiva y en una temporada con varios ganadores y aspirantes al cetro.

El tercer lugar logrado en el GP de Valencia, última fecha del calendario, sumado al abandono de su rival italiano Andrea Dovizioso (Ducati), le permitió a Márquez festejar su sexto cetro mundialista tras los conseguidos en 125 cm3 (2010) y Moto2 (2012).

El ahora seis veces Campeón del Mundo más joven de la historia hizo un balance de una temporada muy trabajada y donde su determinación por no darse por vencido le permitió festejar a lo grande.

-¿Qué tal tienes el pelo, Marc?
-(Risas) Ahora mejor, aunque no recuperado al 100%. Era una historia que no había contado. Fue después de Montmeló, me estaba cortando el pelo con mi peluquera de siempre y me preguntó: “¿Qué te está pasando?”. Y yo, sorprendido, le dije: “Nada, estoy bien”; y ella me contestó: “No, no estás bien, porque estás perdiendo el pelo”. Claro que después de escucharla me asusté porque con 24 años, sin pelo yo no me veo. Mi abuelo y mi padre tienen pelo o sea que directamente me fui a ver al doctor Ángel Charte, que es el médico de confianza de casi todos los pilotos y allí me dijo: “Trata de absorber diferente los problemas porque estás creando dentro tal ansiedad y nervios que te están saliendo clapas de estrés y estás perdiendo el pelo”. Allí me dio una crema salvadora, pero aparte de eso, intenté absorber los problemas o enfocar las carreras de manera diferente porque la presión podía conmigo.

-Una temporada más, un título más, ¿qué viene a tu mente ahora, con más calma?
-Siempre digo lo mismo: Me vienen los buenos momentos, sobre todo; y los malos, los errores que se deben analizar para seguir aprendiendo. También me vienen todos los momentos de sufrimiento, cuando la pasamos mal, cuando parecía que era una montaña como la más alta de los Pirineos, que no la podíamos subir. Al final todo cambió, pero el gran mérito lo tiene el equipo, la familia, los amigos, porque sin ellos esto no sería ni tan fácil ni tan bonito y divertido.

Márquez logró seis triunfos este año.

Márquez logró seis triunfos este año.

-¿Recordarás el día en que empezaste a creer que el título 2017 podía ser tuyo?
-Nunca descarté las opciones reales. Siempre pensé que esto sería muy largo. Después de Mugello lo veía bastante difícil, pero después de Alemania, sobre todo en Holanda y Alemania, pensé: “se puede”. Hicimos un cambio, volví a divertirme encima de la moto, cosa que había perdido. Recuerdo un viaje en Le Mans, desde el circuito hasta el aeropuerto, donde les dije a Emilio Alzamora (NdeR: su manager) y a José Luis Martínez (NdeR: su entrenador) que iban conmigo en el coche: “No disfruto encima de la moto, estoy pilotando pero no estoy disfrutando, necesito cambiar algo”. Todos me ayudaron a buscar ese punto de más y aunque se vea todo muy bonito con sonrisas y todo, somos humanos y se pasan momentos de todo tipo.

-¿Andrea Dovizioso fue un rival distinto a todos contra los que has competido?
-Sí, porque no me lo esperaba y por su mentalidad. He aprendido muchas cosas de él, la idea de ir a la suya y no cambiar su estilo y, sobre todo, he aprendido una lección muy importante: no tienes que menospreciar a nadie en esta vida y en este Mundial sobre todo. Hablábamos de Andrea como si fuese un “outsider”, decíamos “sí, ha ganado una carrera, pero para luchar por el campeonato…”, pero al final aquí, en MotoGP, están los mejores pilotos del mundo, donde si tienen las armas, las herramientas, se encuentran cómodos y está todo en el sitio, pueden luchar por ganar carreras y por un campeonato. Cuando ganaba Dovizioso, al principio de la temporada, pensaba “bien, ha restado puntos a los otros”, pero al final ha acabado siendo mi principal rival. Ha sido una lucha súper bonita porque tenemos una muy buena amistad, pero en la pista no había piedad, aunque siempre respetándonos al cien por cien y manteniendo este fair-play.

-¿Cuál ha sido la carrera más divertida de este año y la más salvaje?
-¿Divertida o salvaje? Para mí lo divertido es salvaje (se ríe). La más divertida y salvaje fue Australia. Me estaba jugando el título, hubo palos de todo tipo, toques, carenados rotos, pero no me paré a pensar en el campeonato. Era yo contra cinco pilotos que no se jugaban el campeonato, que sólo se jugaban esa carrera y no dudé ni un momento en entrar al trapo, y esto al final es motociclismo. Yo me divertí mucho, al final acabé ganando la carrera, hubo muchos adelantamientos, daba igual quién se jugara el título y quién no, era una carrera y todos acabamos contentos. Nadie se quejó y fue lo más bonito.

Dovizioso y Márquez protagonizaron una gran batalla.

Dovizioso y Márquez protagonizaron una gran batalla.

-Cuatro títulos en cinco años en MotoGP, unos números que dan miedo…
-Tengo la sensación de que está pasando todo muy rápido. De temporada a temporada no paro a sentarme, pero es que tampoco lo quiero hacer. Yo prefiero vivir el día a día. Ahora estamos aquí, disfrutando de este título, pero soy muy consciente de que a partir del próximo 1 de enero soy un piloto más, no seré el Campeón del Mundo. Seré un piloto más que intentará luchar por un título más y veremos si lo vamos a conseguir, pero no da para pensar en los números. Estoy viviendo un sueño, un momento muy dulce de mi carrera deportiva, pero espero que siga y por eso quiero mantener los pies en el suelo y seguir con la misma mentalidad.

-¿Has cambiado algo en estos cinco años?
-Sí, vas cambiando, sobre todo porque maduras como persona… Soy consciente de que tengo que aprender muchas cosas, pero soy una de esas personas que aprende a base de palos. Soy bastante cabezón y hasta que no me choco contra ese muro, no lo sé ver. He aprendido muchas cosas y sé que me quedan muchas otras por aprender, pero espero mantener siempre la misma ilusión por la moto, por correr, la misma pasión, que es lo que me da la energía.