Tres victorias registra Mclaren como constructor en las 500 millas de Indianápolis, todas en la década del 70. Desde entonces, la firma de Woking ha dejado de lado a una de las competencias más importantes en el automovilismo mundial, hasta hoy. El anuncio de la participación de Fernando Alonso en la edición 101 de la icónica prueba junto a la escudería británica abre un panorama más que interesante para esta.
“Asistí a las 500 millas y me quedé muy impresionado por sus fanáticos y por el alcance y la magnitud de este enorme y bien organizado evento”, manifestó Mansour Ojjeh, director del comité ejecutivo del Mclaren Technology Group, que si bien afirmó que “la Indy 500 es la única carrera de IndyCar en la que vamos a participar este año”, no descartó la posibilidad de ampliar el programa para las próximas temporadas.
“Posiblemente volvamos a estar en las 500 en los próximos años, y por qué no pensar en una participación completa en la IndyCar”, afirmó Ojjeh, en lo que sería toda una novedad para un equipo de Fórmula 1, categoría que en las últimas décadas se mantuvo completamente ajena a su par norteamericana.
Lo cierto es que gran parte de la ecuación cerrará (o no) tras el 28 de mayo, cuando Mclaren, de la mano de Fernando Alonso, vuelva a incursionar en las 500 millas.
Roger Penske, nuevo dueño de la IndyCar, espera tener “la suficiente credibilidad” como para que nadie dude de un posible conflicto de intereses entre su nueva labor y la de propietario de equipo. Por lo pronto, recibió el apoyo de varios referentes de la categoría.
Desde McLaren afirmaron que no tuvieron contacto con el español de cara a la presencia de la escuadra en la próxima temporada de la categoría norteamericana. De todas maneras, reconocieron que habrá un acercamiento en menos de un mes.
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