Tras los avances presentados en marzo y mayo pasado, la IndyCar dio a conocer las primeras imágenes del renovado monoplaza que competirá en 2018. Su presentación fue nada más y nada menos que en Indianápolis, donde calzó la configuración para “superspeedway”.
Inspirado en los coches de la década del 90, pero también con una clara perspectiva hacia lo que será el futuro de la categoría, el nuevo monoplaza presenta importantes avances con el objetivo de mejorar tanto el espectáculo como la seguridad.
Se destaca el aspecto más “limpio” con el que cuenta la carrocería (provista por Dallara), con pocos elementos aerodinámicos, como consecuencia del incremento del agarre en la zona inferior del vehículo, algo expresamente pedido por los pilotos. Ello llevó a que en la parte superior no fuesen necesarios los elementos presentes durante los últimos años. Además, generó que se disminuya el aire turbulento que deja un auto tras su paso y que el peso del vehículo se mueva hacia adelante, lo que beneficiará la maniobrabilidad de los pilotos y por ende habrá mayores posibilidades para sobrepasar.
El nuevo IndyCar, de frente, con un ploteo alegórico a uno de los dos motoristas de la categoría.
En materia de accidentes, se ha evolucionado en la protección para los impactos laterales, reforzando los pontones con una mezcla de carbono y fibras dyneema (de las más resistentes del mundo), y adelantando los radiadores de aceite y agua, mejorando así la amortiguación a los costados del conductor. Además, en dicha zona se amplió de 20 a 25 centímetros la estructura que protege la cadera del piloto. También se redujo la posibilidad de que un neumático se monte sobre el de otro auto.
Por otro lado, desde la categoría afirmaron que se ha constatado en simulaciones que el vehículo no toma vuelo tras hacer un trompo de 90, 135 o 180 grados, gracias a la menor dimensión de los alerones y al aspecto cónico de la trompa. También se quitaron las protecciones de las ruedas traseras, y el habitáculo se encuentra apto para la inclusión de un posible parabrisas o similar que recubra a los pilotos.
El diminuto tamaño del alerón trasero, de lo más destacado del nuevo kit aerodinámico.
Vale recordar que tanto el chasis como el motor serán los mismos que utiliza la categoría actualmente. Por lo probado en simulaciones, se estima que las velocidades en el óvalo de Indianápolis serán similares a las de este año, con la posibilidad de que en algunos circuitos sea mayor, debido a la ligereza del nuevo coche.
Las pruebas del nuevo monoplaza, en su configuración para “superspeedway” comenzaron hoy en “Indy”, y podrían continuar mañana. Luego, el 1° de agosto, se probará en Mid-Ohio el kit para circuito mixto, mientras que el 10, en Iowa, será el turno del de óvalos pequeños. Por último, el 26 de septiembre se visitará Sebring, donde habrá simulación de callejero, enfocándose principalmente en los frenos y la refrigeración del monoplaza.
And the @HondaRacing_HPD is off! #INDYCARpic.twitter.com/VMLIubbuPA
— IndyCar Series (@IndyCar) 25 de julio de 2017
Roger Penske, nuevo dueño de la IndyCar, espera tener “la suficiente credibilidad” como para que nadie dude de un posible conflicto de intereses entre su nueva labor y la de propietario de equipo. Por lo pronto, recibió el apoyo de varios referentes de la categoría.
Desde McLaren afirmaron que no tuvieron contacto con el español de cara a la presencia de la escuadra en la próxima temporada de la categoría norteamericana. De todas maneras, reconocieron que habrá un acercamiento en menos de un mes.
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