Buena parte del calendario 2019 de Fernando Alonso es una verdadera incógnita. A hoy, la única certeza con la que cuenta es que disputará las tres competencias finales de la súper temporada 2018/2019 del WEC, que culminará con la 87ª edición de las 24 Horas de Le Mans, el 15 y 15 de junio.
Luego de anunciar su retiro ¿definitivo? de la Fórmula 1, el español ha sido centro de las más variadas especulaciones. Una de ellas se relaciona con las intenciones de McLaren de desembarcar a tiempo completo en la IndyCar, lo que en su momento llevó a la contratación de Gil de Ferran (bicampeón de la extinta CART), hoy director deportivo del equipo de F.1.
Esta mañana, Zak Brown, CEO de McLaren, confirmó en Monza que Alonso probará la semana próxima un monoplaza de la categoría norteamericana. Será en el Barber Motorsports Park, el miércoles, y al mando de una máquina del Andretti Autosport, el mismo equipo que lo asistió en las “Indy 500” de 2017.
“Alonso no ha decidido aún que hacer, mientras que nosotros posiblemente compitamos en IndyCar”, reconoció Brown a la cadena española Movistar+ F1. Tanto para el equipo como para el piloto, el ensayo podría atar varios cabos de cara al año próximo. En particular, y según Motorsport, una de las posibilidades de McLaren sería volver a asociarse con el equipo Andretti, o sino comprar el Harding Racing, que atraviesa problemas financieros.
Roger Penske, nuevo dueño de la IndyCar, espera tener “la suficiente credibilidad” como para que nadie dude de un posible conflicto de intereses entre su nueva labor y la de propietario de equipo. Por lo pronto, recibió el apoyo de varios referentes de la categoría.
Desde McLaren afirmaron que no tuvieron contacto con el español de cara a la presencia de la escuadra en la próxima temporada de la categoría norteamericana. De todas maneras, reconocieron que habrá un acercamiento en menos de un mes.
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