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15/07/2019

El auto eléctrico que depende del agua salada

Utiliza baterías de bi-ION, una solución electrolítica salina desarrollada por la propia compañía.

La empresa suiza Nanoflowcell ha desarrollado un vehículo que funciona a partir de agua salada. Se trata del Quantino, que fue presentado en sociedad a fines de 2016 y que desde entonces ha recorrido más de 350.000 kilómetros.

El Quantino funciona como un vehículo eléctrico con la diferencia de que sus baterías no son de ion litio, sino de bi-ION, una solución electrolítica salina desarrollada por la propia compañía.

Este líquido se almacena en dos depósitos de 350 litros y desde allí circula por una membrana que lo convierte en la energía eléctrica para alimentar a sus cuatro motores eléctricos que erogan un total de 136 CV.

Las pruebas realizadas hasta ahora han demostrado que consume una media de entre 8 y 10 kWh por cada 100 kilómetros y que pude tener una autonomía superior a los 1.000 km. Además, se carga totalmente en unos pocos minutos.

A diferencia de otros modelos eléctricos, que funcionan mediante alto voltaje, el Quantino lo hace con un sistema de 48 voltios, lo que reduce los requisitos en materia de seguridad.

“Ya ha demostrado su viabilidad y fiabilidad. Además, este modelo eléctrico pretende convertirse en una solución real al problema de la autonomía”, afirman sus creadores, que también se enorgullecen porque tras 10.000 horas de conducción solo han tenido que cambiar neumáticos y frenos y realizar algunas reparaciones menores.