Sin dudas, Agustín Canapino es el piloto del momento a nivel nacional. Lo confirma un hecho irrefutable: es el único corredor que tiene la posibilidad de lograr la preciada “Triple Corona”. En el Súper TC 2000 lidera el torneo con un Chevrolet oficial con 37 puntos de ventaja sobre Facundo Ardusso (Renault). En el Top Race manda con 23,50 unidades sobre Mariano Altuna y ya es uno de los tres que definirá el título en la última fecha. También tiene chances en el Turismo Carretera, aunque está sexto en la Copa de Oro a 34,50 tantos del líder, Matías Rossi. Son muchas unidades de diferencia, pero al menos no carga con la mochila de tener que ganar una carrera ya que cumplió con el requisito a principio del certamen.

A los 26 años el arrecifeño no se duerme en los laureles a pesar de haber logrado ya ocho campeonatos: Copa Megane (2007), TC Pista (2008), TC (2010) y TRV6 (2010 a 2014). Agustín mamó de chico el automovilismo por su papá, Alberto Canapino, uno de los chasistas más reconocidos de la Argentina. Aunque el Titán, como se lo conoce, no se inició en karting, potenció su talento innato en los simuladores.

Dueño de un fuerte carácter, no se guarda nada y eso le permite ser uno de los referentes del automovilismo argentino y hoy ser el más destacado. CORSA charló con Canapino de su gran presente y de cómo encara estas últimas carreras que le posibilitarían lograr un hito.

-¿Por qué estás con chances de ser campeón en las tres categorías?
-Porque estoy en tres grandes equipos. También yo me encuentro en un gran momento. En el Súper TC 2000 y en el Top Race estoy muy bien perfilado, algo que no pasa en el TC. Pero estamos trabajando con el equipo de mi viejo. Vamos a mejorar la Chevy para poder ser campeón.

-¿Qué te falta para ser más competitivo en el TC?
-Estamos lejos del Guillermo Ortelli (NdeR: tercero en la Copa de Oro y ganador de la última fecha en Concepción del Uruguay), para mí el mejor de Chevrolet en la actualidad. Hay que mejorar la puesta a punto del auto y el motor para lograr más velocidad en las rectas y en la transmisión de potencia. Pero confío plenamente en mi viejo y en los motores de Fabián García.

-¿Cuál es tu opinión sobre el tema de las gomas en el Turismo Carretera?
-Para mí deberíamos seguir con dos juegos nuevos. Entiendo que se tomó la decisión para reducir costos. Pero en un nivel de tan alta competencia, que te toque una goma nueva que no sea óptima puede condicionarte el fin de semana. Por eso es un problema que haya solo cuatro gomas nuevas. Respeto y acompaño a la mayoría más allá de no estar de acuerdo con la decisión que se tomó.

-Ya clasificado para la definición del Top Race ¿Qué buscás en la próxima fecha?
-Aunque no lo parezca para mí es muy importante la carrera que viene en Paraná. Debo ganar para que Franco Girolami y Mariano Altuna no sumen otra victoria. Ellos tienen cuatro cado uno y yo tres. Si llegan a la última fecha con chances ya suman 10 puntos extras (2,5 por victoria en el año). Quiero llegar de la mejor forma al cierre en Salta.

-¿Sentís que estás a un paso también de coronarte en el Súper TC 2000?
-Falta muy poco, pero mucho a la vez. Es decir, restan solo tres carreras, pero puede pasar cualquier cosa. Con el equipo vamos cada vez mejor y es muy meritorio el laburo que hicieron al conseguir que sigamos siendo competitivos con el nuevo Chevrolet Cruze.

-¿Por qué tardaste seis temporadas para tener una chance tan clara dentro del STC 2000?
-Con Peugeot también tuve la posibilidad de pelear campeonatos, pero el Bebu Girolami fue mejor y ganó de forma merecida sus dos títulos. También yo fui progresando y aprendiendo. Ello sumado al buen año con los dos autos que corrí y a la dosis de suerte que siempre es necesaria para ser campeón.

-¿Te sentís con más privilegios en la actualidad en Chevrolet que en tus años anteriores en Peugeot?
-No me gustan las comparaciones porque son odiosas. Pero sí puedo decir que en Chevrolet tengo todo el apoyo del equipo y en Peugeot era uno más.

-¿Cómo esperás que sea la definición con los pilotos de Renault?
-Ojalá se de todo bajo las reglas de la competencia, que son claras; espero que no haya problemas. No quiero que nadie me regale nada, pero si hay lucha que sea dentro de la ley.

-¿De los tres campeonatos, cuál es el que preferís?
-Sólo me conformo con ganar los tres títulos. Aunque no voy a negar que el del Súper TC 2000 tiene un sabor especial porque aún no lo pude conseguir.

-¿Por qué mejoró tu relación con Néstor Girolami?
-Porque ambos maduramos. Crecimos mucho en los dos años que corrimos y competimos en Peugeot. La lucha con el Bebu me hizo mejor piloto y repito: él ganó muy bien sus títulos en el STC 2000. Hoy nos llevamos bien y hasta tenemos diálogo.

-¿Y tomarías un café con Matías Rossi?
-Sí ¿por qué no? No tengo drama. Con Matías no tengo ningún problema personal. Lo hablé con él y lo sabe. Solo tenemos roces en la pista y en ocasiones somos muy ásperos.

-¿Tenés una responsabilidad mayor teniendo un hermano que recién comienza?
-Disfruto mucho de los fines de semana juntos. Matías (16 años) ahora corre en el Top Race Junior, escucha mucho y tiene ganas de aprender. Lo apoyo y sabe que no tiene que compararse conmigo.

-¿Cómo manejás el hecho de tener 26 años y la chance de ganar muchos más títulos?
-No lo tomo de esa manera. Intento mantener los pies sobre la tierra. Solo me focalizo en progresar y aprender.

-¿Dejarías de correr acá por ser piloto oficial en el WTCC?
-Tuve una posibilidad el año pasado (NdeR: con Honda), pero nada concreto. Me gustaría correr afuera, pero debería ser muy importante tanto en lo deportivo como en lo económico para dejar todo lo que conseguí acá. Hoy no hay ninguna chance. Igual el WTCC no es una categoría que me saque el sueño, sí la NASCAR, por ejemplo. Me gustaría correr alguna vez en el exterior, pero tiempo al tiempo…

PorDarío Coronel