En los últimos años el automovilismo argentino estuvo muy bien representado por José María López. El cordobés aprovechó al máximo la oportunidad que se le presentó a fines de 2013 cuando se sumó al Mundial de Turismo como piloto del equipo oficial Citroën. Rápidamente tomó protagonismo, superó a sus propios compañeros, nada menos que los franceses Yvan Muller y Sébastien Loeb, y consiguió tres títulos consecutivos al consagrarse en 2014, 2015 y 2016.

Con la marca del Doble Chevrón decidida a volver con todo al WRC, Pechito también dio por concluida su etapa en la categoría que le permitió volver a la vidriera internacional. Aunque optó por seguir ligado al grupo galo a través de su participación con el DS Virgin Racing en la Fórmula E, la división de monopostos con motores eléctricos en la que intervienen varias marcas y corredores de primer nivel.

Sin dudas, Pechito vive un presente que era difícil de vislumbrar hace cuatro años cuando mostraba su talento en las pistas argentinas y tenía descartado volver a representar al país en el exterior. Pero tan bien hizo las cosas en este último tiempo que las puertas se le abrieron aún más y es inminente su llegada al Mundial de Endurance (WEC) de la mano del equipo Toyota Gazoo Racing, algo que se anunciará luego del 31 de diciembre cuando venza su actual contrato con Citroën. De esta manera, López cumplirá el objetivo que se propuso cuando su nombre se hizo grande en los circuitos del mundo: competir en las 24 Horas de Le Mans.

“Mi sueño es correr en las 24 Horas de Le Mans con un prototipo de LMP1, que es el auto más rápido después de un Fórmula 1. Sería un paso muy grande y ambicioso para mi carrera. De lograrlo no me quedarían más sueños deportivos por concretar”, le dijo López a CORSA en una charla que se extendió durante varios minutos.

-¿Sería como una especie de revancha por no haber llegado a la Fórmula 1?
-En realidad correr en Le Mans llenaría el vacío de no haber llegado a la F.1. Lo tomaría como una oportunidad. Todo lo que pasa es por un motivo. Uno nunca debe bajar los brazos porque puede haber chances nuevas e importantes. Por eso hoy pienso que fue muy buena la decisión de haberme ido de la Argentina hace tres años.

-Se terminó un ciclo en el WTCC, ¿qué sentís?
-Con sus defectos y virtudes, la categoría me dio muchísimo. Me cambió completamente la vida. Hace tres años estaba compitiendo en nuestro país y hoy tengo tres títulos mundiales. Siento mucho orgullo.

-¿Qué balance haces de tu comienzo en la Fórmula E?
-Sin dudas, es positivo. En la clasificación de Hong-Kong estuve en los puestos de punta y delante de mi compañero Sam Bird. Fue muy importante considerando que llegaba a una categoría nueva con autos distintos y pilotos muy buenos. Fue una carta de presentación, como diciendo “acá estoy”. En carrera, desafortunadamente, no pude terminar.

-Pero en Marrakech la historia fue diferente...
-Sí, pude cumplir con el objetivo de finalizar la competencia en el décimo puesto y eso me sirvió mucho de cara a lo que viene. Sin dudas, fue bueno conocer el circuito de mi época del WTCC.

-¿Ahora los chispazos dentro de tu equipo los tenés con Sam Bird?
-No, lo que ocurrió en Hong-Kong fue una circunstancia de carrera, nada más. Considero que fue su error porque no me dejó espacio, pero bueno… Él está corriendo también y no puedo pretender que en circuitos tan cerrados me pueda dejar espacio. Es cuestión de saber cómo se corre en la categoría y de saber con quién corro al lado. No lo culpo a Sam con quien tengo una muy buena relación. Más allá de eso sé que es muy difícil tener como amigo a tu compañero de equipo en un ambiente de tanta competencia.

-¿La Fórmula E es tan dura como esperabas?
-Sí, totalmente. Más para alguien que llega por primera vez. Es otro concepto de automovilismo donde no puedo aplicar lo que aprendí en el pasado. Hay que empezar de cero. Estoy tratando de entender cómo se corre en esta clase de vehículos. Hay pilotos que le caen mejor que a otros. Por ejemplo, a mí los autos de turismo siempre me cayeron bien en especial los de tracción delantera.

-¿Cómo llegás para la carrera en Buenos Aires?
-Bien, ya pude hacer varios kilómetros, en Marrakech complete la carrera e hice el cambio del auto. En Puerto Madero trataré de terminar lo más adelante posible.

-¿Te gana la ansiedad por competir ante tu gente y sobre monopostos?
-Será muy emotivo, pero muy distinto a lo que sucedía en Termas de Río Hondo donde era local y corría en una pista que conocía por las carreras en el automovilismo nacional. En Puerto Madero llegaré a un circuito en el que se correrá por tercera vez, pero será mi primera ocasión allí. Tengo ansiedad y siento orgullo por correr delante de mi gente.

-Cambiando de tema, ¿squé te pareció la F.1?
-Las carreras fueron muy aburridas por el dominio de Mercedes. Me gustó mucho Max Verstappen, alguien que no está contaminado por la política y todo lo que significa la categoría. Lo que más destaco es cómo va para adelante. Además, se lució en las últimas carreras del año.

-¿Seguís el automovilismo argentino?
-Lo hago mucho a través de las redes sociales con los comentarios de amigos y periodistas. Sigo de todo, pero mucho más al Súper TC 2000, donde ha quedado gente amiga y querida. Se me complicó por la diferencia horaria según en qué parte del mundo estuviese, pero cuando puede miré las carreras por Internet.

-¿Te ves corriendo los 200 Kilómetros de Buenos Aires en 2017?
-Me encantaría. Si no lo pude hacer en los años anteriores fue por mi contrato con Citroën. Ahora pienso que sí podré estar presente… 

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PorDarío Coronel