Con el ingreso de José María López a Toyota para disputar el Campeonato Mundial de Endurance (WEC, por su sigla en inglés) renace la esperanza argentina en la categoría de sport prototipos. Otro compatriota y ex piloto, Oscar Rubén Larrauri, conoce a fondo la especialidad ya que corrió allí durante nueve temporadas, luciéndose en 1986 cuando terminó segundo en la general de las 24 Horas de Le Mans con un Porsche 962 C del Brun Motorsport. Ese año también ganó en Jerez de la Frontera (España) y logró el Campeonato de Equipos superando a las escuadras oficiales de Porsche y Jaguar. La misma estructura, pero con el nombre EuroBrun, le permitió llegar en 1988 a la Fórmula 1, aunque con un auto para nada competitivo. 

CORSA conversó con Poppy Larrauri, quien corrió en el exterior entre 1980 y 1996 y también se destacó por su título en la Fórmula 3 Europea en 1982. El santafesino, de 62 años, conoce muy bien a López ya que fue su asesor deportivo en 2007 cuando regresó al país y se sumó al equipo oficial Honda de TC 2000.

Por ahora el único argentino en ganar en Le Mans es el recordado José Froilán González, quien lo hizo en 1954 compartiendo una Ferrari 371 Plus con el francés Maurice Trintignant. Pero Larrauri le tiene fe a Pechito para cortar la sequía de 63 años y vencer en la legendaria carrera gala. Además, contó los secretos para pelear el triunfo en la tradicional competencia y cómo se corre una temporada completa en el WEC.

-¿Cuál es su opinión sobre la llegada de López al WEC?
-Lo tiene más que merecido. Es una gran oportunidad. Lo conocí hace diez años cuando él regresó de Europa. En súper talentoso, con una capacidad sin igual y preparación física notable.

-¿Qué fue lo que más le sorprendió de él?
-Me impresionó gratamente que era un chico muy dócil y humilde, que siempre tuvo ganas de aprender y adaptarse al duro automovilismo argentino donde le fue muy bien en poco tiempo. Por ejemplo, en una de sus primeras carreras, Juan Manuel Silva tenía un auto más veloz y Pechito se dio cuenta que debía dejarlo pasar. Pero, en otra competencia cuando le agarró la mano al coche, lo pasó al Pato como “parado”. Ganó en esa temporada y en las dos siguientes fue bicampeón.   

-¿Pechito puede ganar en Le Mans?
-Claro que sí. Tiene grandes posibilidades. Está en un equipo que fue campeón mundial (2014) y tiene buenos pilotos como compañeros (Mike Conway y Kamui Kobayashi). Si juntamos lo que puede dar López y la estructura de Toyota, pueden ganar en Le Mans. Los japoneses cuando se meten de lleno en el automovilismo es muy raro que les vaya mal. 

-¿Es una lástima que no haya llegado a la Fórmula 1?
-Sin dudas… Los últimos argentinos que llegamos corrimos en “alpargatas”. Pechito hubiese descollado y demostrado todo su potencial. Se preparó toda su vida para ello. Pero ahora está en la segunda mejor categoría a nivel mundial.

Larrauri en acción en las 24 Horas de Le Mans.

-¿Cómo se corre en el Mundial de Endurance?
-Primero es clave llevarte bien con tus dos compañeros. Generar una buena química y entendimiento de trabajo. Luego ser muy pensante arriba del auto y focalizarse en terminar todas las competencias. Con el Brun Motorsport, un equipo privado, peleamos el campeonato de 1986 con un triunfo y siendo regular el resto del año. Para ser campeón hay que llegar en todas las carreras.  

-¿Y cuál es la clave en Le Mans?
-No cometer errores ya que se pagan caro. Que nada ni nadie falle. Por ejemplo, los frenos en una carrera así pueden llegar a no gastarse, pero sí otros elementos. En lo humano es súper exigente. Hay que manejar la tensión, es una carrera más psicológica que física. El conjunto más fuerte en lo mental suele prevalecer. Hay que ser muy inteligente en la noche y cuidarse mucho del tráfico con los autos más lentos.

-¿Qué siente un piloto al correr esa carrera?
-Lo mismo que un tenista cuando juega en Wimbledon. Es una satisfacción tan grande como el desafío de correr allí. El esfuerzo es enorme, pero la alegría de subir al podio es incomparable. Ojalá que Pechito llegue al escalón más alto. 

PECHITO, EL 14º…

José María López será el 14° piloto argentino en correr las 24 horas de Le Mans. Los otros compatriotas que también participaron fueron Juan Manuel Fangio, José Froilán González, el único que ganó en la prueba francesa al vencer en 1954; Roberto Mieres, Onofre Marimón, Alejandro De Tomaso, Néstor García Veiga, Luis Rubén Di Palma, Carlos Reutemann, Cocho López, León Walger, Juan Manuelito Fangio, Oscar Larrauri, el que más veces participó con nueve intervenciones; y Luis Pérez Companc.

PorDarío Coronel