Pasaron más de tres años desde que Diego Aventin desistió de defender su título en el Turismo Carretera. Y como sucedió en mayo de 2014 cuando anunció su retiro, ahora también sorprende con su regreso a través de su participación en el Top Race.

El retorno se hará efectivo en la próxima fecha de la categoría, el 17 de septiembre en General Roca (Río Negro), con un Mondeo del GT Racing de Gustavo Tadei. Para llegar bien preparado, el Pumita realizó dos pruebas en el autódromo de Junín y ahora espera cumplir con una buena labor en la categoría que lo tuvo como campeón en 2002.

Mal que les pese a algunos, su apellido es ilustre en el mundo del TC. Su padre Oscar fue bicampeón en 1991 y 1992 y presidió la Asociación Corredores Turismo Carretera (ACTC) durante 13 años; mientras que su tío Antonio fue el primer monarca con Dodge al vencer en la temporada 1980/81. Diego, incluso, llegó a ser vicepresidente de la ACTC, cargo que dejó al poco tiempo de colgar el casco.

Curiosamente, en la actualidad ninguna persona allegada a los Aventin forma parte de la vida teceísta. El último en marcharse fue Carlos Álvarez, suegro de Diego, quien renunció a ser titular de la Comisión Asesora y Fiscalizadora.

Durante estos últimos años, Aventin Jr. se dedicó a su empresa, la productora de fernet Nero 53. “Me va muy bien y estamos con un crecimiento del 50/60 por ciento anual”, afirmó en contacto con CORSA.

-¿Cómo fue que te picó el bichito por volver a correr?
-Tengo una excelente relación con Alejandro Urtubey. Desde que me retiré que me viene insistiendo por volver a la categoría. Hace unos meses volvieron las motivaciones. Lo llamé y de inmediato me dijo “cuando quieras tenés un auto para probar”. Entonces se dieron los dos ensayos en Junín. Ahí me di cuenta de cuánto extrañaba estar sobre un coche de carrera.

-Y si tenés un buen vínculo con Urtubey, ¿por qué en su momento dejaste la categoría?
-Es que no conseguía resultados. Además coincidió con la época que comencé con mi propio equipo en el TC y no podía hacer todo. Alejandro es mi padrino deportivo, lo conozco de toda la vida. Entre tantas cosas, me asesoró y me acompañó a la hora de firmar el contrato con Berta para el TC 2000.

-Se te nota bien físicamente ¿estuviste entrenando estos años?
-Si bien dejé la actividad, seguí yendo al gimnasio y practicando natación. Ahora con este regreso hago doble turno de entrenamiento. Me siento bien. En las dos primeras pruebas hice entre 60 y 70 vueltas y no me sentí cansado. Igual sé que me va a costar cuando esté en competición.

-¿Cuál es tu objetivo en General Roca?
-Estar lo más adelante posible. No voy con la locura de querer ganar; es muy difícil con pilotos del nivel de Matías Rossi y Agustín Canapino, por nombrar algunos, que corren todos los fines de semana. La victoria será algo que buscaré el año próximo.

-¿Te entusiasman los nuevos autos que se vienen en el Top Race?
-Estoy muy ilusionado y más con la potencia que tendrán que serán 550 caballos. Es un proyecto muy ambicioso y sé que se va a concretar.

-Hace un tiempo dijiste que el TC está muy caro. ¿Cuál es la causa?
-Tomando en cuenta cuando hacía los números para mi estructura, hoy la categoría está excesivamente cara. Se gasta seis o siete veces más que en la época en la que yo tenía mi equipo. Al no estar adentro desconozco los detalles, pero para que tengas una idea hoy un TC cuesta el doble que un Top Race.

-¿Y qué te parece el TC actual?
-Lo veo bien, pero no me gustan estos formatos de una carrera con grilla por sorteo ni los 1.000 kilómetros. Son variantes que generan un gasto muy alto para los pilotos y equipos. Si a la gente le cuesta llegar a fin de mes, no me quiero imaginar el esfuerzo que se hace para correr en TC.

-¿Te invitaron para correr los 1.000 Kilómetros?
-Sí, varios pilotos y de todas las marcas. Pero no acepté porque no me motivaba el formato de carrera.

-¿Qué pensás de que la ACTC no los haya invitado a vos y a tu papá a los festejos de los 80 años del Turismo Carretera?
-Me dolió, pero más por mi viejo. Él lo tomó con mucho dolor ya que dejó la vida por la categoría y hasta hipotecó su casa particular para remodelar la sede de Bogotá 166. Estuvo a cargo en momentos muy duros. Incluso lo acompañé a varios lugares a cerrar carreras con gobernadores. No sé por qué no nos invitaron, pero sí me hubiese gustado que en el evento participen todas las categorías. También pilotos que quedaron afuera como Facundo Chapur…

-¿Tu papá tenía ganas de presentarse a las últimas elecciones de la ACTC?
-Hablé con él y me dijo que no porque así está muy tranquilo. Pero conociéndolo sé que si el TC lo necesita, será el primero en apagar el incendio. Sé de su amor por la categoría y lo demostró.

-Hubo muchas personas allegadas a los Aventin que hoy no están más en la ACTC, como Alejandro Solga, el Laucha Ríos, tu suegro… ¿Pensás que hubo una persecución?
-No lo veo así ni que haya sido algo personal. Tal vez Hugo Mazzacane tomó un camino distinto al que ellos pensaban y no pudieron acoplarse.

-¿Por qué renunció Carlos Álvarez?
-Me dijo que no tenía más ganas de viajar y que quería dedicarse a su familia. Por lo que sé no hubo otra cosa.

-¿Hace mucho que no hablás con Hugo Mazzacane?
-Sí, lo saludé el año pasado por su cumpleaños y él hizo lo mismo conmigo. Después nunca más tuvimos diálogo.

-¿Volverías a correr en el TC?
-Como piloto no, pero principalmente por lo económico. No descarto estar ligado de alguna forma a la categoría o a la ACTC. Pero eso es muy prematuro, no analicé las posibilidades.

-Te retiraste y no se te vio por tres años ¿te ocultaste por algo?
-No se dio la posibilidad de estar en alguna carrera de cualquier categoría. Sí el año pasado estuve con un proyecto para el TC 2000, que por ahora no lo puedo retomar por falta de tiempo. Tampoco fui noticia y era un campeón de TC retirado. Pero nunca me oculté de nadie ni necesito hacerlo. Ahora me volverán a ver más seguido.

PorDarío Coronel