Pocos vehículos tan universales en la historia de Citroën como el Mehari. Marcó en casi todo el mundo a varias generaciones gracias a un puñado de atributos que trascendieron los tiempos: simple, sencillo, utilitario, confiable, simpático, funcional económico… irrompible compañero de aventuras. No importaba el camino.

En el tránsito de un nuevo siglo con nuevas necesidades, el Citroën e-Mehari, que la marca expone en su stand del 8º Salón Internacional de Buenos Aires, rinde tributo a esas definiciones sin traicionarlas en lo más mínimo, pero poniéndolas a tono con la vida y la energía de hoy, mirando hacia el futuro.

Se define corpóreamente como un cabriolet o descapotable de cuatro plazas y raíz ecológica: es 100% eléctrico, con un estilo funky. Desarrollado y fabricado en conjunto con el Grupo Bolloré, es fiel representante del ADN de la compañía: distinto, desenfadado, práctico, económico, singular… y lleno de frescura y optimismo. Casi un “it Car” propio de este tiempo.

Es un vehículo pensado, básicamente, para desplazamientos urbanos, tiene un diseño lúdico y práctico, fiel al espíritu de la versión de origen. Su longitud llega a los 3,81 metros de largo y la carrocería es del tipo termo formada en material plástico inmune a la corrosión y capaz de resistir a pequeños choques cotidianos.

El chasis está sobre elevado y la capota es de tela, removible. La tecnología que lo impulsa es 100% eléctrica. Sus baterías LMP® (Lithium Metal Polímero) –surgidas de la experiencia del Grupo Bolloré– están aseguradas y son insensibles a las variaciones climáticas. Alcanza una velocidad máxima de 110 km/h y goza de una autonomía de 200 kilómetros en ciclo urbano. La recarga completa demanda ocho a16A o bien 13 horas en las tomas domiciliarias a 10A.

En resumen, Citroën expone en el Salón del Automóvil su mirada actual sobre las nuevas tecnologías en materia de movilidad sustentable, tecnologías aplicables al 100% y que ya están disponibles en los salones de venta en el Viejo Continente. Eso sí, traducida en la esencia de un nombre que representa y respeta, el legado de un vehículo mítico.

PorDiego Durruty