“En el automovilismo todo puede pasar”, suele repetir Agustín Canapino. Lo sabe por sus remontadas. Pero también porque de liderar los campeonatos del TC, Súper TC 2000 y Top Race, de momento debe conformarse con ser subcampeón en dos de ellas e intentar lograr el título en la última que le queda en disputa.
En el Top Race no pudo plasmar su octavo cetro, que hubiese sido el tercero al hilo. Ya había logrado cinco seguidos entre 2010 y 2014. En 2015 la racha se la cortó Matías Rodríguez, justo en el año en el que el Titán estuvo en el equipo Midas y el piloto de San Isidro tomó su lugar en el MS Sportteam. En su retorno al equipo de Sergio Polze, recuperó la gloria en 2016, pero este año volvió a perder tras un torneo que punteó hasta faltando dos fechas.
En el Súper TC 2000 lideró el certamen hasta el penúltimo capítulo y podría haber sido campeón en los 200 Kilómetros de Buenos Aires. Pero desertó, mientras que Facundo Ardusso, su principal rival, ganó y le birló la cima del certamen. En Alta Gracia, también en Córdoba, Canapino no pudo impedir con su Chevrolet el bicampeonato del piloto de Renault.
“Espero no tener un año cebollesco (sic) y ser campeón o tercero en el TC”, dijo Canapino con un tono de humor sobre su panorama. Es que el próximo fin de semana irá por la revancha en la única definición que le resta, pero que según su parecer será la más difícil de las tres. “Haremos lo que se pueda. Estoy conforme con ser el único de Chevrolet con chances concretas. Matías Rossi (Ford) es el mejor de los cuatro primeros”, indicó el arrecifeño, que es tercero en la Copa de Oro con 148 puntos, a 12 del Misil. En San Nicolás habrá 70,5 unidades en juego.
Agustín Canapino es subcampeón en el Súper TC 2000 y en el Top Race. Podrá o no retener su título en el TC. Pero lo que nadie duda es que deja todo en la pista.
Franco Girolami ganó en la clausura de la temporada 2019 del Top Race en Nueve de Julio y le dio la victoria al GF Racing, que deja la categoría.
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