Como lo hace desde hace una década, el Desafío Ruta 40 volverá a desafiar a los mejores exponentes nacionales e internacionales del cross country. La prueba se realizará del 25 al 31 de agosto sobre cinco etapas que atravesarán las provincias de Tucumán, Catamarca, La Rioja y San Juan. Esta edición, además, tendrá el sello Dakar Series y otorgará puntos para el Campeonato del Mundo de Rally Cross Country FIM.

Esta vez el recorrido atravesará lugares clásicos del oeste argentino y sectores inéditos dentro de regiones que ya han demostrado ser un verdadero “filtro” para los participantes en cada DR40.

Los médanos y los ríos del norte catamarqueño serán los primeros obstáculos que deberán superar los pilotos. Arena muy blanda, que es casi una trampa para los vehículos, y navegación a través de los infinitos brazos de los lechos de ríos secos conformarán los primeros retos en las etapas iniciales de la carrera.

Llegando a la mitad de la prueba, un terreno conocido, pero que siempre depara sorpresas y novedades en la clasificación espera a la caravana: el desierto de Fiambalá. La arena es un poco más compacta en esta región, pero la altura de las dunas y sus cortes pronunciados obligan a los pilotos a mantenerse alerta todo el tiempo. Además, deberán mantener el rumbo correcto a través de ese “océano blanco” en donde resulta muy fácil perder referencias.

Habrá que guardar energías para las últimas dos jornadas de carrera ya que ganará altura y la falta de oxígeno a más de 3.500 msm puede hacer mella en el físico de los pilotos y en los motores de las máquinas. Para el final, San Juan y sus terrenos agrestes serán el último escollo a superar justamente en el momento en el que la prueba defina sus ganadores.

Será una semana sin respiro que dejará nuevas emociones y, tras más de 3.000 kilómetros de competencia, coronará a quienes mejor puedan adaptarse a estas condiciones extremas.