En menos de una hora Toyota pasó de la alegría extrema a la desazón en las 24 Horas de Le Mans. Es que en ese lapso de tiempo perdió dos de los tres autos con los que participa en la 85ª edición de la legendaria prueba de resistencia. Lamentablemente, uno de ellos lo conducía el argentino José María López.

La debacle comenzó con la deserción del Toyota TS050 HYBRID Nº 7 del japonés Kamui Kobayashi, el británico Mike Conway y el francés Stephane Sarrazin, quienes habían largado desde la pole y lideraron la carrera hasta que un problema en el embrague los dejó de a pie.

Cuando la marca japonesa aún no se había recuperado de ese traspié ocurrió otro desastre: la rotura del neumático trasero izquierdo del Toyota TS050 HYBRID Nº 9 de Pechito López, el francés Nicolas Lapierre y el japonés Yuji Kunimoto cuando marchaba segundo.

La rotura de la goma cuando estaba Lapierre detrás del volante. Si bien el galo trató de llegar a los boxes, el prototipo japonés sufrió una serie de fallas mecánicas que se lo impidieron.

Con estos dos vehículos fuera de carrera, la esperanza de Toyota de llegar al final están depositadas en el Toyota TS050 HYBRID Nº 8 del británico Anthony Davidson, el suizo Sébastien Buemi y el japonés Kazuki Nakajima, que pasó varias vueltas en los pits para solucionar una serie de fallas.

La carrera, a falta de 13 horas para finalizar, la gana el Porsche 919 Hybrid Nº 1 del suizo Neel Jani, el británico Nick Tandy y el alemán André Lotterer, que tomó la punta tras los inconvenientes del trío Kobayashi-Conway-Sarrazin.

El Porsche 919 Hybrid Nº 2 del alemán Timo Bernhard y los neozelandeses Brendon Hartley y Earl Bamber también sigue en carrera, aunque muy retrasado.