El pasar de Toyota por las 24 Horas de Le Mans fue, cuanto menos, lamentable. Dos abandonos y graves problemas en el tercer auto (que al menos pudo llegar) redondearon una jornada para el olvido, en la que además vivieron un nuevo triunfo de Porsche, su rival en la clase LMP1.
Particularmente, la llamativa situación que, según el Toyota Gazoo Racing, derivó en el abandono del TS050 Hybrid n°7, aún deja tela para cortar. Esta vez se pronunció Vincent Capillaire, nada menos que el acusado por el equipo nipón de darle la señal de salida de boxes cuando aún no se podía regresar a pista.
El francés, piloto del Ligier JS P217 n°45 de la clase LMP2, explicó a través de la red social Facebook el motivo por el cual se dirigió hacia Kamui Kobayashi, quien manejaba el Toyota: “Mientras esperaba la llegada de mi auto, quise darle aliento al líder de la carrera, que se encontraba parado a metros de mi box. Fue un gesto de aliento espontáneo, como suele suceder entre los pilotos”, escribió.
Lo cierto es que, en medio de la noche, el nipón no supo distinguir al piloto de un comisario de pista, principalmente debido a que ambos contaban con el color naranja como predominante en sus vestimentas.
“Recibí una multa de los comisarios por ese gesto y admito que fue inoportuno. Lo lamento”, concluyó Capillaire, que logró finalizar la exigencia en el puesto 32. No sucedió lo mismo con el n°7, que dejó pasar una vez más la gran oportunidad de vencer en La Sarthe.
Desde la próxima edición de las 24 Horas, el ordenamiento de largada se dirimirá en solo dos sesiones, contra las tres de los últimos años. Además, se agregó la “Hyperpole”, que solo contará con los seis mejores de cada categoría.
José María López, en compañía del inglés Mike Conway y el japonés Kamui Kobayashi, terminó segundo en las 24 Horas de Le Mans después de estar a un paso de la victoria.
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