El neozelandés Scott Dixon protagonizó un espectacular accidente en la edición 101 de las 500 Millas de Indianápolis, que terminó con su monoplaza prácticamente destrozado tras chocar con el del británico Jay Howard.
Dixon, que partía desde la primera plaza, no pudo evitar el choque con Howard, que se le cruzó en la pista tras impactar contra el muro, y el golpe hizo que su monoplaza volara por los aires y fuera a parar directamente contra el muro interior.
Afortunadamente, Dixon abandonó el coche por su propio pie. La carrera se neutralizó con el español Fernando Alonso en el primer puesto.
Desde la cúpula de la empresa aseguraron que cuando vuelvan a las 500 Millas de Indianápolis lo harán como equipo propio, tal como ocurrió en la fallida incursión de este año.
Tras largar desde la pole position, el francés se quedó con su primer éxito en esta legendaria prueba.
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