A través de su sitio web, McLaren confirmó que se asociará a Chevrolet para lo que será su participación en la 103ª edición de las 500 Millas de Indianápolis. De esta manera, Fernando Alonso hará en Indy sus primeras armas con un motor de la marca del Moño, tras haber sido impulsado por Honda en 2017.
La unión de McLaren y Chevrolet no es nueva: entre finales de los 60 y principios de los 70 la dupla vivió un periodo de sumo éxito, al lograr siete campeonatos de la categoría Can-Am norteamericana.
“Será un privilegio correr con motores Chevrolet en las Indy 500. Contar con su potencia significa que nos colocamos en la mejor posición para luchar por los puestos de punta”, comentó Alonso, que la semana pasada giró con un modelo Chevrolet de NASCAR en Bahrein, y que en el próximo mes afrontará las 24 Horas de Daytona con Cadillac, otra de las marcas integrantes de General Motors.
Desde 2012, año en el que regresó a la IndyCar, Chevrolet obtuvo 73 victorias sobre 118 carreras, coronándose en seis ocasiones en el certamen de constructores y cinco en el de pilotos. Además, ganó tres veces las “500”, siendo la última la obtenida en mayo pasado, con el 1-2 logrado por Will Power (Team Penske) y Ed Carpenter (Ed Carpenter Racing).
Desde la cúpula de la empresa aseguraron que cuando vuelvan a las 500 Millas de Indianápolis lo harán como equipo propio, tal como ocurrió en la fallida incursión de este año.
Tras largar desde la pole position, el francés se quedó con su primer éxito en esta legendaria prueba.
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