No son muchas las ocasiones en la que los campeones de una temporada resultan ser los grandes exponentes que tienen las categorías. A veces el destino atenta contra esa lógica, algo que quedó demostrado innumerables veces. Pero en este 2014, en las principales divisiones de nuestro país y del mundo, los mejores fueron los mejores.

Matías Rossi tuvo un año brillante que coronó con la obtención del título de Turismo Carretera, algo que hacía tiempo se le venía negando. La frutilla del postre fue el cetro de la Clase 3 del Turismo Nacional, una especialidad que al Misil parece quedarle chica. Pero más allá de esa apreciación, no defraudó: comenzó el torneo como candidato y logró la corona.

Néstor Girolami tuvo una labor impecable en el Súper TC 2000 y le devolvió la gloria a Peugeot tras 19 años. Bebu mostró una madurez que le permitió revertir su imagen de piloto exageradamente vehemente, algo que ya le valió durísimas críticas y hasta le cerró las puertas en el TC...

Agustín Canapino extendió su hegemonía en el Top Race, división que repuntó gracias a una prolija gestión. El Titán hilvanó su quinto campeonato consecutivo merced al confiable vehículo que le puso en la pista el Sportteam.

El póker de ases de nuestro automovilismo lo completó José María López con su cetro en el Mundial de Turismo. La hazaña que logró Pechito con el equipo oficial Citroën puso a la Argentina nuevamente en el mejor nivel, más allá que desde hace tiempo el país figura en el calendario de las principales categorías internacionales (al Dakar, al WTCC y al WRC, se le sumaron este año el MotoGP y el RallyCross).

Mientras que a nivel internacional la cosa no fue tan distinta con los campeonatos del inglés Lewis Hamilton en la Fórmula 1, el francés Sébastien Ogier en el WRC y el español Marc Márquez en el MotoGP.

Porque los mejores fueron los mejores, ¡gracias 2014!

PorDiego Durruty