Columnas de opinión

28/08/2017

El show del TC

Con el sorteo de la grilla de partida en la carrera de Termas de Río Hondo, el Turismo Carretera dejó el deporte de lado una vez más.

Serrano se sacó la bola 1 en el sorteo del Desafío de las Estrellas y largó primero en Termas. Foto: Prensa ACTC.

Es simple. El automovilismo deja de ser un deporte cuando se convierte en un show. Para lograr eso no hace falta más que una sola cosa: pensar que cualquier “innovación” es valida para generar más espectáculo.

En la Argentina sabemos del tema porque en los últimos años las principales categorías aplicaron diferentes sistemas que la mayoría del público desaprobó por ir en contra del espíritu de la actividad y hasta entorpecer su entendimiento.

Acá hubo -y hay- de todo. El Top Race llegó a tener un campeonato segmentado en varias fases y hasta acudió al azar para decidir en qué momento se debía neutralizar una carrera con auto de seguridad. El Súper TC2000 disputó los Súper 8 para definir las primeras posiciones de la grilla y sigue utilizando la Vuelta Joker cada vez que va a Mendoza. Sin olvidar que una vez “corrió” en el Estadio Único de La Plata…

El Turismo Carretera trató de mantenerse ajeno durante un tiempo, aunque a decir verdad fue la primera división que pateó el tablero cuando en 2008 definió a su campeón con la Copa de Oro. Pero parece que con la llegada de Hugo Mazzacane a la presidencia de la ACTC las cosas han cambiado y las “carreras especiales” ya son moneda corriente. El mejor ejemplo de ello es el Desafío de las Estrellas en el que la grilla de partida se define a través de un sorteo.

No parece algo justo ni seguro. Primero porque hay equipos que gastan fortunas para ser los mejores y, de buenas a primeras, se ven en el fondo del lote con los riesgos que eso conlleva. Segundo porque no todos los pilotos del TC tienen la capacidad para liderar el pelotón.

Los que hoy piensan estas “genialidades” no se dan cuenta que nuestro automovilismo se hizo fuerte sin este tipo de cosas. Y, por el contrario, lo hizo a través de pilotos a los que todos les querían ganar sin la necesidad de tener un hándicap y con carreras que no eran para cualquiera.

Obviamente, con los mejores corredores largando desde el fondo del lote por tener mala surte en el sorteo la cantidad de sobrepasos se eleva considerablemente. Tal como ocurrió cuando Matías Rossi ganó en Olavarría tras largar último o este domingo en Termas de Río Hondo, donde se impuso Mariano Werner luego de salir desde el 31º cajón.

Sin embargo, una competencia de este tipo poco tiene que ver con el automovilismo y con el deporte. Es como si en un partido de fútbol se pusieran en juego veinte pelotas para que los equipos se cansen de hacer goles. Eso no sería fútbol, sería un show. Y largar una carrera por sorteo es eso mismo.

PorDiego Durruty