Columnas de opinión

05/03/2015

Perdurar en el tiempo

Matías Rossi, reconocido por todo el ambiente como un gran piloto, quiere mantener ese protagonismo en el tiempo. Seguro que lo logrará.

Juan María Traverso dijo alguna vez que ese chico de Del Viso llamado Matías Rossi estaba destinado a consagrarse. Y el Flaco no falló con sus pronósticos, porque ese jovencito que ya se había destacado en el karting y que luego se lució en su paso por los monopostos, siguió en un camino ascendente cuando se subió a un auto con techo. Pero el destino también le tenía guardado otro enorme atributo: la vigencia.

Son pocos los pilotos que en el nuevo milenio se han dado el gusto de conquistar tantos cetros como Rossi, quien entre 2002 y 2014 logró siete (tres en TC 2000 y uno en Fórmula Súper Renault, Súper TC 2000, TC y TN). Una cifra que solo igualan otros tres grandes del automovilismo argentino: José María López, consagrado en el exterior (Fórmula Renault 2000 Italiana, Fórmula Renault V6 y WTCC) y también en nuestro país (tres veces en TC 2000 y una en TRV6); Agustín Canapino (cinco veces rey de TRV6 y una de TC y TCP) y Guillermo Ortelli (cinco estrellas de TC, ya que la sexta la consiguió en 1998, y las dos de Top Race).

Esa posibilidad de ser protagonista durante tanto tiempo no solo elevó su estatus frente a los rivales, sino que lo consolidó como una figura ante el público y alguien con voz propia al momento de plantarse frente a los dirigentes, sean de la categoría que sea y sin importarle el precio que tuviera que pagar…

A sus 30 años Matías Rossi quiere seguir ganando carreras y acumulando campeonatos, pero sobre todo quiere mantener la vigencia, algo que solo los grandes y talentosos logran.

PorDiego Durruty