Este fin de semana la apertura del Súper TC 2000, el debut triunfal de Citroen y el marco multitudinario en el Autódromo de Buenos Aires Oscar y Juan Gálvez, se vieron opacados por la polémica desatada a causa de trompas irrisorias en 17 de los 31 autos que largaron.
Los puntos de controversia estuvieron en que los anchos de las trompas e inclinación de los guardabarros, variantes que buscó la categoría para que los autos se parezcan más a los de calle, no fueron cumplidas por la mayoría de las estructuras. Todas tomaron conocimiento del nuevo reglamento a mediados de noviembre de 2016, en la fecha de General Roca...
Estuvieron dentro de la norma las escuadras oficiales Citroen, Toyota, Peugeot y la Escudería Fela. Los equipos objetados resultaron Chevrolet, Renault, Fiat y el resto de los privados, quienes recibieron una penalidad de 30 kilos de lastre de parte de la Comisión Deportiva Automovilística (CDA) del Automóvil Club Argentino (ACA).
"La medida es un parche dentro de tanta desprolijidad", resumió al respecto Matías Rossi (Toyota), alguien que siempre pregona el juego limpio y más en una categoría que en sus 38 años se destacó por cumplir con los reglamentos y no abundaron en su historia los casos de exclusiones en las verificaciones técnicas finalizadas las carreras.
Ahora ¿No debieron ser excluidos esos autos? ¿Qué pensarán las terminales, alguna de ellas con inversiones que el año pasado superaron los 20 millones de pesos, acerca del "error de interpretación" de sus técnicos? ¿Cómo tomará Chevrolet el Twitter del Pro Racing criticando a Javier Ciabattari, responsable técnico de Citroen? ¿Y el profesionalismo? Qué interesante estará la próxima reunión de interfabricas con la categoría...
La respuesta es clara: el show debía continuar a pesar de todo, ante los ojos de las propias fábricas que participan y del Gobierno Porteño, que destrabó el conflicto suscitado en su momento a causa de los requerimientos de la Agencia Gubernamental de Control (AGC) y que obligó a suspender la fecha inicial pautada para el 5 de marzo. La categoría forzó la situación para que el evento, que ya venía de una postergación de tres semanas, se completara como sea.
Pero el precedente enciende la alarma de cara al futuro. Ahora, ante una situación similar, se correrá a pesar de que haya autos fuera de reglamento. Qué lejos quedó aquél ejemplo de la propia CDA en Mar del Plata 1989, cuando tras la carrera excluyó a todos los autos por anomalías en sus llantas. ¿Se involucionó en la educación?
Las necesidades del negocio y de plasmar un evento como sea fueron más allá de las reglas. Claro, habría sido un bochorno irrecuperable correr con 14 autos en la apertura del campeonato. Pero también hubiese dejado en claro priorizar el pleno cumplimiento de la ley, el compromiso para cumplirla evitando "errores de interpretación" y, por sobre todo, mantener el espíritu del deporte.
El automovilismo nacional de pista está en crisis. Se desconoce el interés del público. La dirigencia puede reivindicar la actividad o empeorar su panorama.
Agustín Canapino marca una época. Es múltiple campeón y garantía de espectáculo por su forma de correr.
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