Historia del TC

11/05/2016

Ídolos del TC: Ángel Lo Valvo

Con el seudónimo Hipómenes, ganó la primera carrera en la historia del Turismo Carretera en 1937 e inició el mito de Arrecifes como una ciudad de grandes pilotos.

Nadie jamás podrá quitarle al arrecifeño Ángel Lo Valvo el enorme mérito de ser el primer ganador del Turismo Carretera y, como si fuera poco, iniciar el mito de la Cuna de Campeones. Para la discusión queda si también es o no el primer campeón del TC (la ACTC reconoce el título de Eduardo Pedrazzini de 1937).

Lo Valvo comenzó su carrera en el automovilismo en 1936, cuando vivió un buen año en su negocio de compra y venta de cereales y le preguntó al escribano Osvaldo Bracco en qué podía invertir la plata que le sobraba. Bracco, delegado del Automóvil Club de Argentino de Arrecifes, le ofreció una cupé Ford V8 que alcanzaba los 140 km/h, a 3.500 pesos.

Con ese auto, Ángel finalizó tercero en el GP del 36 y se llevó 6.800 pesos de premio, una buena manera de recuperar la inversión… Lo Valvo, de 27 años, se prendió con el automovilismo y quiso participar del GP de 1937, la primera carrera de Turismo Carretera. Pero su situación financiera cambió notablemente y los acreedores se amontonaban.

Ángel decidió pedirle algo de dinero prestado a Bracco para poder correr y se anotó con el seudónimo de Hipómenes, para proteger su identidad de aquellas personas a las que les debía dinero. Y ni siquiera se inscribió él para la competencia, lo hizo Antonio Spampinato, su cuñado y acompañante. Lo Valvo se quedó con el triunfo y el jugoso premio de 40.000 pesos, que equivalían a diez autos cero kilómetro. Con el dinero ganado pudo saldar sus deudas e inscribirse en la historia grande del Turismo Carretera. Su gran rendimiento posibilitó que Ford lo sumara a su escuadra junto con Oscar Gálvez, Raúl Risatti y Domingo Marimón.

Tras un flojo 1938 de magros resultados, en 1939 Lo Valvo venció en el Gran Premio Internacional del Sur, fue quinto en las Mil Millas Argentinas, octavo en el Gran Premio Argentino y 25º en el Gran Premio Extraordinario para quedarse con la corona de la temporada. Fue el último gran torneo del arrecifeño. Luego llegaría el parate por la Segunda Guerra Mundial, período en el que intentó batir el récord de distancia para las 100 horas en auto con un MG, en compañía de Ángel Pascualini.

“No había carreras y no sabíamos qué hacer. Fuimos a ver a Agar Cross, nos dieron un auto y nos largamos a la aventura”, contaría luego Lo Valvo. En las 100 horas, la dupla, que se alternó en la conducción del vehículo, recorrió 8.511,905 kilómetros. Con la vuelta de la actividad tras la Guerra, el primer ganador del TC continuó corriendo hasta 1953, año en el que se retiró tras participar de las Mil Millas.

Lo Valvo fue el primero en la larga lista de ilustres pilotos de Arrecifes. Y su nombre se vinculó a otra familia que haría historia en el automovilismo: Di Palma. María Cayetana Lo Valvo, sobrina de Ángel, se casó con un tal Luis Rubén Di Palma, otro de los ídolos del TC de todos los tiempos.