Historia del TC

03/03/2017

La exitosa cupecita

La cupé Ford ‘39 con la que Juan Gálvez logró sus nueve títulos de TC se encontró en Mendoza. Hoy descansa en el Museo del autódromo Mouras.

En el número 1980 de la edición impresa de CORSA, en 2009, se publicó el destino del auto más exitoso de la historia del TC: la cupé Ford ‘39 con la que Juan Gálvez ganó sus nueve títulos en la Máxima. Con ese también fue tercero en la Buenos Aires-Caracas. Perteneció hasta hace unos años al mendocino José Celestino de la Cruz. Hace ocho años, él se comunicó con La Única e informó de esta reliquia explicando cómo llegó a su poder y por qué ese auto es original. Pero antes el auto pasó por otras manos. 

Días previos a que Juan Gálvez perdiera la vida en el accidente de Olavarría en 1963 el auto ya estaba vendido a David Setra, un piloto de la época. Éste lo arregló para correr y tuvo dos accidentes. En el primero el auto sufrió serios daños y sólo el casco se salvó, por lo cual, Setra le compró la “Pistera” al fallecido Raúl Cottet, histórico acompañante de Gálvez. Ése coche era una cupecita que Juancito usaba cuando corría en autódromos. Entonces, con varios elementos de ése auto, restauró el casco original. En el otro choque Setra no tuvo la misma fortuna y perdió la vida. Su viuda le vendió el casco del auto a Juan Carlos Silvestro, otro piloto de los años ‘60, quien se deshizo de la cupecita a la que luego se le perdió el rastro.

La cupecita de Juan está en el Museo del Autódromo Roberto Mouras.

La cupecita de Juan está en el Museo del Autódromo Roberto Mouras.

Hasta que a finales de la década del ‘80 aparece en escena de la Cruz. “Héctor Milanesio, un comerciante de Mendoza, le vendió el casco al dueño de una compañía de transporte. Por aquella época lo vi en una agencia de autos en la calle San Martín. En 1998 fui a correr la Mil Millas en Bariloche. Cuando volví quise comprarme aquella cupecita ya que me habían llegado rumores que ésa era la de Juan Gálvez. Fui al mismo lugar y logré identificarla gracias a una revista Automundo donde en todas las fotos aparece un gancho en la parte trasera”, le contó de la Cruz a CORSA.

“El auto tenía este detalle. Me lo vendieron por 500 dólares, obviamente, el dueño no tenía la menor idea de lo que estaba entregando...”, relató José. Luego tomó otro recaudo para corroborar la autenticidad del vehículo. “El mismo Silvestro chequeó que el auto sea verdadero. También tengo los papeles de la transferencia de la viuda de Setra a Silvestro y, por si fuera poco, el propio Raúl Cottet aseguró que ése era el coche de Juan”.  

José de la Cruz recibió varias ofertas por la cupé Ford ‘39 de Juan Gálvez. Una de ellas fue del museo Ford de los Estados Unidos. Luego un coleccionista peruano se contactó por el mismo motivo. Pero el mejor postor fue la Asociación Corredores Turismo Carretera (ACTC) que pudo comprar ese auto para exhibirlo en el Museo del Autódromo Roberto Mouras, donde hoy descansa esta reliquia.

PorDarío Coronel